El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, ha emitido una advertencia contundente: el sector automotriz de Europa se enfrenta a una potencial catástrofe si el continente retrasa la implementación de regulaciones críticas sobre emisiones. A medida que los fabricantes de automóviles chinos avanzan en la producción de vehículos eléctricos (VE), Europa corre el riesgo de quedarse desastrosamente atrás si continúa retrasando la adopción de los estándares de emisiones Euro 7.
En su dura crítica, Tavares argumentó que el debate en curso sobre Euro 7, que busca endurecer los límites de contaminantes como los óxidos de nitrógeno y las partículas, está desviando la atención del verdadero desafío: acelerar la transición a los VE. Según Tavares, Stellantis está más que listo para cumplir con los objetivos más estrictos, pero teme que las políticas inconsistentes de Europa puedan crear incertidumbre regulatoria, ralentizando el progreso y poniendo a los fabricantes de automóviles europeos en una desventaja importante.
“La vacilación de Europa para establecer un camino claro hacia adelante es un regalo para los fabricantes de automóviles chinos”, advirtió Tavares. Con China ya avanzando rápidamente en el mercado de VE, respaldada por políticas gubernamentales agresivas y rápidos avances tecnológicos, la respuesta tardía de Europa podría empujar a sus fabricantes de automóviles a un segundo plano. Los fabricantes chinos están produciendo ahora vehículos eléctricos asequibles que satisfacen la demanda del consumidor, algo que las empresas europeas podrían tener dificultades para lograr sin una guía regulatoria clara.
Tavares no se anduvo con rodeos, calificando los estándares Euro 7 como una «diversión» y criticando a los responsables políticos europeos por perder de vista el panorama general. Enfatizó que el futuro de la industria automotriz europea depende de su capacidad para competir en el espacio de los vehículos eléctricos (EV), donde los fabricantes chinos ya están marcando el ritmo. Stellantis, que ha estado recortando agresivamente los costos de producción de EV, planea lanzar una serie de modelos eléctricos asequibles, incluyendo el Citroën e-C3 y SUVs compactos de Opel y Citroën, todos con precios competitivos por debajo de los €30,000
Sin embargo, a pesar de la disposición de Stellantis, Tavares cree que los retrasos burocráticos de Europa podrían significar un desastre. El CEO argumentó que sin una acción rápida, Europa podría encontrarse persiguiendo a China en el mercado automotriz global, una posición peligrosa en una industria que está experimentando una rápida transformación.
La industria automotriz es un pilar de la economía europea, empleando a millones y contribuyendo significativamente al PIB. Pero si Europa no acelera su toma de decisiones regulatorias y se enfoca en la transición a los EV, podría observar impotente cómo China avanza rápidamente hacia la dominancia automotriz global.
El momento de actuar, afirma Tavares, es ahora. Si Europa no logra cambiar de marcha pronto, el continente podría encontrarse estancado en la carrera global, mientras China avanza rápidamente, liderando la carga hacia una nueva era eléctrica