Los nuevos coches vendidos en Europa son más grandes y pesados, poniendo en peligro los objetivos climáticos para el transporte y aumentando el peligro en las ciudades, indica un estudio de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E).
El estudio fue publicado este jueves en un comunicado de la asociación ambiental portuguesa «Zero«, que forma parte de T&E. El documento afirma que la altura de los capós de los nuevos coches vendidos en Europa está aumentando, en promedio, medio centímetro por año, un crecimiento asociado al aumento en las ventas de SUV (Vehículos Utilitarios Deportivos).
Esto, indican los autores del documento, compromete la seguridad vial en entornos urbanos. Porque ser más grandes y pesados aumenta el riesgo de muerte en caso de colisión, proporciona menos visibilidad para peatones y conductores, y fomenta una falsa sensación de seguridad entre los conductores.
En una colisión, los SUV y las camionetas «pick-up» tienden a golpear a los peatones adultos de manera severa en la zona de los órganos vitales, mientras que los capós más bajos tienden a golpear a los peatones en las piernas. El año pasado, «Zero» indica en el documento, los consumidores europeos compraron 6.92 millones de SUV, logrando una cuota de mercado récord del 54%.
Debido a su tamaño y peso, los SUV son vehículos ineficientes en combustible y han sido el segmento de vehículos más vendido en Europa y el de más rápido crecimiento (en 2010 representaban el 12% del mercado), hasta el punto de que las emisiones de dióxido de carbono de los nuevos coches aumentaron en 2024 en comparación con 2023.
“Zero” y otras asociaciones ambientales europeas están pidiendo a la Unión Europea y al Reino Unido que establezcan un límite máximo de altura de 85 centímetros para los capós de los coches nuevos después de 2035.
También solicitan que la Comisión Europea presente una propuesta legislativa antes de julio de 2027 que incluya medidas como el Documento Único del Automóvil que contenga la altura del capó, o que se tenga en cuenta la visibilidad de los niños desde los coches nuevos.
Las pruebas realizadas con ciertos SUV como parte del estudio revelan que los conductores de estos modelos no pueden ver a un niño de menos de nueve años que esté directamente frente al vehículo.
Basado en un análisis de 300,000 accidentes en Bélgica, se sabe que un aumento de 10 cm en la altura del capó (de 80 a 90 cm) representa un aumento del 27% en el riesgo de muerte para peatones y ciclistas. Además, las colisiones entre coches más ligeros y SUV de frente alto aumentan el riesgo de lesiones graves para los conductores de vehículos más pequeños y ligeros entre un 20 y un 50%. Pub
En el comunicado, “Zero” insta al gobierno portugués y a las autoridades locales y centrales a adaptar la fiscalidad y las tarifas de estacionamiento para desincentivar el uso de estos vehículos.
Según «Zero», el aumento en el número de SUV con frentes altos representa una creciente amenaza para la seguridad pública urbana y no tiene ningún beneficio para la sociedad, y por lo tanto, la asociación ambiental argumenta que es necesario «limitar la altura del capó como una medida simple y efectiva para proteger a todos los usuarios de las vías públicas y contener la proliferación de vehículos grandes».