Los principales fabricantes de automóviles en Alemania están en negociaciones con el gobierno de Washington respecto a un posible acuerdo sobre aranceles de importación, tratando de utilizar sus inversiones y exportaciones en EE. UU. como palanca para detener cualquier decisión del país que pueda afectarlos.
Según “Reuters”, BMW, Mercedes-Benz y VW esperan que las negociaciones con el Departamento de Comercio de EE. UU. puedan resultar en un acuerdo tan pronto como en junio, pero todo depende de que las empresas prometan inversiones sustanciales que puedan influir en el gobierno de EE. UU.
Las tres compañías ya han hecho saber que están listas para expandir sus planes en EE. UU. desde que el presidente Donald Trump lanzó amenazas de aranceles.
Mercedes-Benz ya ha anunciado que comenzará a producir el SUV GLC en su planta de Alabama a partir de 2027. Por su parte, BMW está considerando aumentar el número de turnos en la planta de Spartanburg, y Audi, una marca del grupo VW, planea producir algunos modelos en Estados Unidos, aunque la marca afirma que el plan es anterior a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Vale la pena señalar que BMW, que instó a la Unión Europea a reducir los aranceles sobre la importación de vehículos estadounidenses del 10% al 2.5%, es el mayor exportador de automóviles de EE. UU. por volumen. Mercedes-Benz también exporta una cantidad significativa desde su planta de Alabama, que es su centro de producción de SUV.
Según la misma fuente, las propuestas en discusión indican que las empresas alemanas recibirán créditos por los automóviles que exporten desde los Estados Unidos, los cuales podrían deducirse de los aranceles impuestos a las importaciones.
Recuerde que Donald Trump anunció en abril un arancel del 25% sobre todos los automóviles importados, instando a los fabricantes internacionales a construir fábricas en suelo estadounidense.