Si, en Lamborghini, es consensuado que el diseño es inseparable de su identidad, entonces durante dos décadas esta identidad ha tenido su propio hogar: el Centro Stile Lamborghini, fundado a principios del siglo XXI, basado en la convicción de que una marca como Lamborghini debe preservar su propia voz creativa, y completamente operativo desde 2005. Después de todo, cuando se trata de superautos deportivos, el estilo es la chispa que enciende cada proyecto, el elemento definitorio que transforma la ingeniería en emoción, y no puede ser menos que uno de los elementos de cada modelo que requiere la máxima atención, como lo enfatiza Mitja Borkert, el jefe de diseño de Lamborghini desde 2016: “Una empresa moderna de superautos deportivos no puede depender exclusivamente de estudios externos. El diseño es la razón principal por la que los clientes compran un Lamborghini. Debe desarrollarse internamente, en estrecha colaboración con ingeniería y producción, y en plena continuidad con el ADN de la marca”.
El Centro Stile es, por lo tanto, actualmente el corazón palpitante del proceso creativo en la casa de Sant’Agata Bolognese, dentro de cuyas paredes todos los Lamborghinis modernos han tomado forma – desde el Murciélago hasta el Revuelto, desde el Gallardo hasta el Temerario – y donde el ADN del fabricante italiano ha sido refinado y perfeccionado, también a través de la definición de elementos distintivos, como la firma luminosa en forma de Y o la geometría hexagonal, asegurando que cada nuevo modelo continúe sorprendiendo. Actualmente, su equipo está compuesto por 25 especialistas de diferentes orígenes (italianos, alemanes, portugueses, polacos, estadounidenses, japoneses y chinos) y edades (desde finales de los veinte hasta más de cincuenta), ya sean diseñadores de exteriores o interiores, responsables de proporciones, líneas y ergonomía; ya sean modeladores de arcilla, que dan forma física a las ideas en tres dimensiones, trabajando codo a codo con modeladores digitales en 3D, que producen modelos y visualizaciones virtuales; ya sean especialistas en color y acabado, que crean las paletas y materiales que expresan la personalidad de Lamborghini; o ya sean diseñadores de viabilidad, que traducen conceptos en la realidad de la producción, resolviendo cada milímetro de un modelo antes de que entre en la línea de ensamblaje.
Para mantener viva la innovación, Mitjia Borkert creó lo que él llama un «rincón loco»: un pequeño grupo cuya misión es imaginar cómo será Lamborghini en dos décadas, con libertad para soñar sin límites, con el fin de explorar nuevas formas de movilidad o reinterpretaciones radicales del ADN de Lamborghini, en un proceso donde la inteligencia artificial comienza a desempeñar su papel, siendo utilizada para amplificar la creatividad, generar visualizaciones y acelerar el desarrollo del diseño.
Una expresión evidente de esta nueva visión es el prototipo Manifesto, considerado como una “escultura sobre cuatro ruedas,” en la que el diseño de Lamborghini ha sido destilado basado en una filosofía de pureza radical y poderosa presencia, de modo que cada superficie, ángulo y proporción provoque emoción inmediata. Esencialmente, es una declaración de intenciones, creada para guiar el lenguaje de la marca en los próximos años: así como el Terzo Millennio, de 2017, inspiró elementos aplicados en el Revuelto y el Temerario, el Manifesto (el hiperauto híbrido con un motor V12 de 6.5, tres motores eléctricos, 1080 hp y producción limitada a 29 unidades) aspira a ser el nuevo punto de referencia para los futuros modelos de Lamborghini. Y si hubiera alguna duda al respecto, solo hay que prestar atención a las palabras de Mitja Borkert: «Cada mañana, subo las escaleras con entusiasmo para ver lo que el equipo ha creado. Desde bocetos hasta arcilla, desde modelos hasta impresiones 3D, ya puedo vislumbrar los modelos de 2029. Eso es lo que representa el Centro Stile: visión, artesanía y la alegría de crear el futuro».