China comenzará a requerir que los fabricantes de automóviles obtengan una licencia para exportar vehículos eléctricos, fortaleciendo así la gestión del mercado más grande del mundo.
Según el Ministerio de Comercio de China, la nueva regulación del gobierno de Pekín entrará en vigor el 1 de enero de 2026 y tiene como objetivo asegurar el «desarrollo saludable» de la industria de vehículos eléctricos, evitando así que la producción esté dominada por las exportaciones.
Con esta decisión, Pekín alinea el sector de vehículos eléctricos con otros tipos de vehículos que ya requieren licencias para la exportación.
Esta postura del gobierno chino llega tras una intensa guerra de precios en el sector automotriz, que ha llevado a algunos fabricantes al límite, generando preocupaciones entre las autoridades sobre la salud a largo plazo del sector.
Para detener la guerra de precios, Pekín ha reprimido los descuentos agresivos que han caracterizado al sector durante años y ha ordenado a los fabricantes que aceleren los pagos a los proveedores.
Vale la pena señalar que la Comisión Europea aprobó en octubre de 2024 la imposición de aranceles sobre vehículos 100% eléctricos provenientes de China, después de concluir que las empresas chinas se beneficiaron de subsidios del estado chino para la exportación de vehículos eléctricos a Europa, resultando en una diferencia de precio promedio del 20% entre los automóviles eléctricos fabricados en China y sus contrapartes fabricados en la Unión Europea.