Después de VW, la Fiscalía Pública francesa solicitó la apertura de un nuevo caso por fraude agravado contra dos fabricantes del grupo Stellantis, Peugeot y Citroën, sospechosos de haber vendido vehículos equipados con programas de software que engañan las pruebas de contaminación, según una fuente cercana al caso.
Según la acusación de la Fiscalía Pública fechada el 25 de junio, a la que tuvo acceso “AFP”, los dos fabricantes son acusados de haber vendido vehículos «especialmente calibrados» para «garantizar el cumplimiento de la norma regulatoria en cuanto a las emisiones de óxidos de nitrógeno, únicamente bajo las condiciones de la prueba de homologación».
«Bajo condiciones normales de conducción (…), la calibración utilizada llevó a un deterioro significativo en el funcionamiento de los dispositivos de control de contaminación, resultando en que el umbral regulatorio para las emisiones de óxidos de nitrógeno se superara con frecuencia», añadió la Fiscalía Pública.
La Fiscalía Pública considera que el juez instructor, quien tiene la decisión final sobre si se celebra o no un juicio, considera que estos hechos han hecho que el uso de los vehículos sea «peligroso para la salud», «promoviendo notablemente la aparición de enfermedades respiratorias en humanos», lo que constituye una circunstancia agravante.
Recuerda que Peugeot y Citroën fueron acusados, respectivamente, el 9 y 10 de junio de 2021, por la venta de vehículos diésel Euro 5 en Francia, entre 2009 y 2015. Las dos empresas aún están apelando ante la Corte de Apelación de París respecto a este caso.
Ya en marzo, la Fiscalía de París había solicitado un caso similar contra el fabricante alemán VW, acusando a la marca de haber equipado alrededor de un millón de vehículos con un software que reducía artificialmente sus emisiones contaminantes durante las pruebas de certificación.