Volvo Cars ha anunciado que recortará 3,000 empleos como parte de una reestructuración de la empresa anunciada el mes pasado, impulsada por una desaceleración en la demanda de vehículos eléctricos y la incertidumbre comercial.
En un comunicado revelado por “Reuters”, la marca sueca anuncia que los despidos representan aproximadamente el 15 por ciento del personal administrativo de la empresa, con casi tres cuartas partes de las pérdidas de empleo que se espera que ocurran en Suecia y el resto en las operaciones globales de Volvo.
Con la mayor parte de su producción basada en Europa y China, Volvo Cars está más expuesta a las nuevas tarifas estadounidenses que muchos de sus competidores europeos y ha indicado que las tarifas impuestas por EE. UU. pueden hacer imposible exportar sus modelos más asequibles a Estados Unidos.
Cabe señalar que Volvo Cars es en su mayoría propiedad de la empresa china Geely Holding, que reveló a finales de abril un programa para recortar costos en $1.9 mil millones y detener inversiones, advirtiendo en ese momento que los despidos eran inevitables.
«La industria automotriz está experimentando un período de grandes desafíos. Para hacer frente a esto, necesitamos mejorar nuestras ganancias y reducir estructuralmente nuestros costos», dijo el CEO de Volvo, Hakan Samuelsson.