Japón está considerando relajar los estándares de seguridad automotriz y permitir que los automóviles estadounidenses circulen por las carreteras japonesas.
La noticia, reportada por el periódico japonés “Nikkei,” surge tras las negociaciones para un acuerdo comercial con la administración Trump, y después de que el principal negociador de Japón, el Ministro de Revitalización Económica, Ryosei Akazawa, comenzara discusiones sobre aranceles con sus contrapartes estadounidenses en Washington la semana pasada, mientras se llevan a cabo preparativos para una segunda ronda de negociaciones.
Vale la pena señalar que los fabricantes de automóviles estadounidenses se han quejado durante mucho tiempo de las barreras que bloquean el acceso al mercado japonés, incluidos los estrictos estándares de seguridad.
El mes pasado, un informe del Representante de Comercio de los Estados Unidos, Jamieson Greer, citó la negativa de Japón a aceptar los estándares de certificación de seguridad de EE. UU., argumentando que no garantizan un nivel de protección comparable a los estándares y protocolos de prueba únicos de Japón, lo que plantea obstáculos para el establecimiento de redes de distribución y servicios por parte de la industria automotriz estadounidense.
Sin embargo, la misma publicación indica que el gobierno japonés bajo el Primer Ministro Shigeru Ishiba cree que hay margen para relajar algunos de los estrictos estándares de seguridad automotriz del país, como las regulaciones relacionadas con las pruebas de seguridad en accidentes.
Recuerda que Japón, al igual que otros países, también enfrenta un arancel del 25% sobre la importación de automóviles, acero y aluminio, impuesto por la administración de EE. UU.