Austin, Texas – Max Verstappen simplemente no sabe cómo rendirse. El actual campeón del mundo por tercera vez volvió a hurgar en su interminable bolsa de trucos para arrebatar la pole position de Sprint en el Gran Premio de Estados Unidos, superando a ambos McLaren en una sesión de clasificación que tuvo de todo: tensión, perfección y otro destello de brillantez de Verstappen.
En una sesión donde Lando Norris y Oscar Piastri parecían listos para asegurar la primera fila, Verstappen brilló cuando más importaba: en el sector tres, el bastión de los McLaren. El neerlandés convirtió lo que se suponía que era su ventaja en otro momento destacado de Red Bull.
Duelo en el Sector Tres: Max lo Hace de Nuevo
Durante la mayor parte de la clasificación, parecía que McLaren tenía a Verstappen acorralado. Su coche danzaba por el apretado sector final de Austin, donde la carga aerodinámica y la tracción dominan el cronómetro. El RB21 de Red Bull era rápido, pero no perfecto.
Entonces llegó la vuelta final de Verstappen.
Fue el más rápido en el Sector 1, suave y confiado en el Sector 2, y luego, en la parte de la pista donde había estado perdiendo tiempo durante toda la sesión, encontró algo extra: esa clásica mezcla de control y caos de Verstappen, para robar la pole justo de debajo de la nariz de McLaren.
“Es lo que hacen los campeones,” murmuró un ingeniero sobre la pared de boxes de Red Bull mientras Verstappen cruzaba la línea. “Hace que lo imposible parezca rutinario.”
El Cierre Cercano de McLaren
Lando Norris y Oscar Piastri tenían todas las razones para creer que la primera fila era suya. Los McLaren MCL60 parecían equilibrados y mortales en las secciones retorcidas del Circuito de las Américas. Pero cuando el reloj marcó cero, el tiempo de Verstappen — una obra maestra de precisión en las curvas finales — dejó a ambos coches naranjas rezagados.
Norris se conformó con P2, Piastri con P3, a solo centésimas de la imparable #1 de Red Bull.
La Evolución del RB21
No fue un accidente. Desde que Red Bull lanzó su nueva actualización del alerón delantero, el coche de Verstappen ha mostrado una precisión quirúrgica tanto en las curvas de alta velocidad como en las secciones técnicas. En un circuito que exige todo —desde potencia bruta en las rectas hasta finesse en el complicado tercer sector— la evolución del RB21 lo ha convertido nuevamente en un arma.
El impulso de McLaren de rondas anteriores es real, pero la dominancia de Verstappen no se desvanecerá pronto.
La Conclusión
Es la misma historia, contada de diferentes maneras. Un campeón bajo presión, un par de jóvenes desafiantes acercándose, y una sesión de clasificación que demuestra que la ventaja de Max Verstappen sigue siendo afilada como una navaja.
Cuando se apagan las luces para el Sprint en Austin, Norris y Piastri estarán hambrientos. Pero el mensaje de Verstappen es claro: puedes perseguirlo — simplemente no puedes alcanzarlo.