La tormenta que rodea el controvertido acuerdo de charter de NASCAR para la temporada 2025 acaba de escalar, con la leyenda de la NBA y co-propietario de 23XI Racing, Michael Jordan, lanzando nuevas acusaciones contra la organización. Jordan afirma que NASCAR está “culpando a las víctimas” en la demanda antimonopolio en curso presentada por 23XI Racing y Front Row Motorsports (FRM), que se centra en comportamientos monopolísticos. A medida que se desarrolla el drama legal, crecen las preocupaciones sobre la estabilidad del deporte y las posibles repercusiones de un éxodo de equipos de alto perfil.
El Choque Antimonopolio: ¿Qué Está en Juego?
23XI Racing y FRM, los únicos dos equipos que se niegan a firmar el nuevo acuerdo de charter de NASCAR, están emprendiendo acciones legales para asegurar su reconocimiento como equipos charter mientras luchan contra las acusaciones de prácticas monopolísticas. El juez de distrito de EE. UU. Frank D. Whitney inicialmente negó su solicitud de una orden judicial preliminar, pero un cambio judicial repentino ha llevado al juez Kenneth D. Bell al caso.
En su última presentación, 23XI y FRM han acusado a NASCAR de tácticas de represalia, afirmando que la organización está intentando “culpar a las víctimas por hacer valer sus derechos antimonopolio.” La demanda alega que el acuerdo de charter, que los otros 13 equipos de la Serie Cup firmaron, excluye injustamente a los equipos disidentes y sofoca la competencia.
¿Un Futuro Fracturado? Lecciones del Pasado de IndyCar
Los periodistas de deportes de motor Jeff Gluck y Jordan Bianchi han levantado alarmas sobre el potencial de una separación catastrófica dentro de NASCAR. Al comparar con la infame “Guerra de Ruedas Abiertas” de los años 90 en las carreras de monoplazas americanas, Bianchi sugirió que una fractura similar podría devastar NASCAR.
“Si 23XI y FRM se retiran—o peor aún, forman una serie rival—se fracturaría completamente NASCAR,” dijo Bianchi. “Perder equipos de alto perfil podría dificultar llenar la parrilla y dejar a NASCAR luchando por mantener su atractivo competitivo.”
La división de IndyCar en los años 90, que vio a CART y la IRL luchar por la dominancia, ofrece una lección de precaución. La división fragmentó la base de aficionados, alienó a los patrocinadores y permitió que NASCAR se convirtiera en el deporte de motor dominante en EE. UU. Incluso después de que las dos series se fusionaron en 2008, el daño a la popularidad y viabilidad comercial de las carreras de monoplazas americanas perduró durante años.
¿Podría NASCAR enfrentar un destino similar? Con 23XI Racing respaldado por un ícono global como Michael Jordan y FRM con actuaciones constantes en pista, su salida—o incluso una batalla legal prolongada—podría erosionar la cohesión y estabilidad comercial de NASCAR.
¿Qué sigue para 23XI y FRM?
A pesar de la demanda, 23XI Racing y FRM siguen centrados en la temporada 2025. 23XI anunció recientemente a Riley Herbst como su tercer piloto, uniéndose a Bubba Wallace y Tyler Reddick. Mientras tanto, FRM ha asegurado a Noah Gragson y Todd Gilliland para su alineación de dos coches, con planes de presentar equipos Ford Mustang Dark Horse a tiempo completo el próximo año. Sin embargo, NASCAR ha condicionado la aprobación de la compra del charter de FRM a Stewart-Haas Racing a la resolución de la demanda, complicando aún más las cosas.
En una declaración sincera, Gragson expresó confianza en la participación de FRM el próximo año, a pesar de admitir que está en gran medida desinformado sobre la demanda. “Probablemente no soy la persona a la que preguntar, pero tengo confianza en que vamos a competir,” dijo a Sportsnaut.
La Posición Precaría de NASCAR
Aunque NASCAR ha eliminado un controvertido requisito de liberación anticompetitiva del acuerdo de charter, la organización aún no ha encontrado una resolución que satisfaga a todas las partes. El tiempo corre, con la temporada 2025 acercándose rápidamente, y una segunda moción para una orden judicial preliminar ahora en juego.
Si NASCAR no aborda las preocupaciones planteadas por 23XI y FRM, arriesga más que solo una batalla legal; podría poner en peligro la integridad y unidad de todo el deporte.
La Gran Imagen: ¿Podría Esto Ser un Cambio de Juego?
La respuesta de NASCAR a esta demanda sentará un precedente sobre cómo navega los desafíos a su autoridad y estructura. Si la organización puede llegar a un compromiso, podría salir más fuerte, con un enfoque renovado en la equidad y la competencia. Pero si la disputa conduce a una fractura similar a la «Guerra de Ruedas Abiertas» de IndyCar, las consecuencias podrían ser devastadoras.
Mientras los aficionados y las partes interesadas esperan el próximo capítulo de esta saga en desarrollo, una cosa es clara: NASCAR está en una encrucijada, y las decisiones tomadas ahora darán forma al futuro de las carreras de autos de serie por muchos años.
¿Qué piensas? ¿Competirán 23XI y FRM en 2025, o NASCAR se dirige hacia su propia versión de la división de IndyCar? Comparte tus pensamientos a continuación.