En un giro sorprendente de los acontecimientos, Charles Leclerc causó caos en la sesión de práctica del Gran Premio de Canadá, destrozando su Ferrari apenas 15 minutos después de comenzar la sesión. El joven piloto sufrió un bloqueo en la curva 3, haciendo que su coche se deslizara por la hierba y finalmente chocara contra la pared en la curva 4, destruyendo la parte delantera izquierda de su vehículo.
Aceptando la plena responsabilidad por el accidente, Leclerc se comunicó por radio con su equipo, expresando su arrepentimiento: «**** lo siento, estoy en la pared. Sí, fue mi culpa. Debería haber ido recto. Pensé que lo lograría, pero golpeé la pared.» El incidente no solo empañó su fin de semana, sino que también dejó a Ferrari con un enorme trabajo de reparación antes de la segunda sesión de práctica.
El error del piloto monegasco no solo le costó valioso tiempo en pista, sino que también destacó la intensa presión y los desafíos que enfrentan los pilotos en el competitivo mundo de la Fórmula 1. Con el Circuito Gilles Villeneuve demostrando ser una pista implacable, el accidente de Leclerc sirve como un recordatorio contundente de los finos márgenes entre el éxito y el desastre en este deporte de alto riesgo.
A medida que los equipos se apresuran a reparar el Ferrari dañado, todas las miradas estarán puestas en Leclerc para ver cómo se recupera de este contratiempo y si puede hacer un fuerte regreso en las próximas sesiones. Mantente atento para más actualizaciones del Gran Premio de Canadá mientras la drama se desarrolla en la pista.