La función de un solo pedal, que permite a los coches con motores eléctricos o híbridos desacelerar significativamente, casi hasta detenerse, o incluso llegar a una parada completa, será limitada por las autoridades chinas a partir del próximo año. La limitación se impondrá a los nuevos coches aprobados localmente desde el 1 de enero de 2026, mientras que para los vehículos restantes equipados con esta tecnología, vendidos en el mayor mercado automotriz del mundo, el cumplimiento de la regulación solo será obligatorio a partir del 1 de enero de 2027.
El objetivo es evitar que los fabricantes tengan este tipo de sistema activado por defecto, aunque es muy importante para optimizar la eficiencia, activándose cuando el conductor levanta el pie del acelerador, incluso sin presionar el pedal del freno. La nueva regulación no limita la disponibilidad de la tecnología, sino que requiere que el conductor la active al iniciar el vehículo, ya que las autoridades en Pekín quieren un uso más consciente de esta solución y, sobre todo, asegurar un comportamiento adecuado durante frenadas más fuertes. Los chinos tienen muchos registros de retrasos en las reacciones durante maniobras de emergencia, y creen que muchos conductores están convencidos de que el sistema de «un solo pedal» inmoviliza el vehículo en cualquier circunstancia sin que se apliquen los frenos.
Varios fabricantes tienen estos sistemas activados por defecto, lo que provoca que los vehículos desaceleren automáticamente de manera efectiva – hasta detenerse por completo o alcanzar velocidades muy bajas – tan pronto como se libera el pedal del acelerador. Esta función también promueve el proceso de regeneración de energía cinética. Normalmente, las luces de freno traseras se activan cuando el sistema está en funcionamiento, para alertar a los conductores detrás de la repentina disminución de velocidad.








