Clasificación Sprint del GP de Bélgica: Ondas de Choque en la Parrilla Hacen que los Equipos Reevalúen
La sesión de clasificación sprint para el Gran Premio de Bélgica entregó un fuerte sacudón, enviando a cada equipo, piloto y estratega a la sala de análisis haciendo preguntas difíciles. El orden que emergió del bosque de las Ardenas fue tanto sorprendente como revelador.
Mercedes, la marca que ha perfeccionado el sabor de la victoria en una fina art durante la última década, revisará cada vuelta de la tarde con un persistente sentido de incertidumbre tras colocar a sus pilotos en la 13ª y 20ª posición. La hora comenzó con un giro solitario de Kimi Antonelli, un desliz inesperado que reverberó por el garaje y desestabilizó el esfuerzo de George Russell cuando tuvo una breve agresividad ajustada en el momento equivocado.
Por el contrario, Oscar Piastri, aún en su temporada de novato, entregó una conducción medida y quirúrgica que lo llevó a la primera posición. El joven australiano encadenó los tiempos de sector que hicieron que la icónica secuencia eau rouge-raídillon se sintiera como una recta personal y terminó cuatro décimas por delante del líder del campeonato, Max Verstappen, quien comenzará, como era predecible, en la segunda posición de la parrilla. La calma de Piastri bajo presión solo refuerza la noción de que está calibrando maquinaria ganadora de campeonatos antes que sus compañeros.
La tarde de Lewis Hamilton fue más enredada: la 18ª posición sigue a pequeños fallos técnicos y a un sector final lleno de codos que llevó a un roce con los bordillos y los bordillos con las esperanzas de una parrilla en la primera fila para el sprint del sábado. En este estado de ánimo, el campeón siete veces regresará a sus propios datos con un inusual redoblado esfuerzo.
Verstappen, tan tranquilo como la lluvia de las Ardenas, aparcó su RB19 entre los McLaren después de una sola vuelta que se repetirá en las pantallas de cronometraje durante semanas. El campeón reinante ahora mira hacia la carrera sprint con el compañero de baile que más detesta y, sin embargo, más respeta flanqueándolo a cada lado: Norris en P3 y Piastri en P1, escribiendo una narrativa que ni el equipo de estrategia ni los aficionados podrían haber pronosticado.
Aston Martin, cuyo inicio prometía un ritmo sólido, se quedó corto cuando más importaba, con los coches de Stroll y Alonso alineándose en las posiciones 14 y 15 respectivamente, posiciones que contradicen el optimismo que había mostrado el equipo.
Carlos Sainz, mientras tanto, entregó un esfuerzo tenaz para Williams, logrando el sexto lugar tras un fin de semana aún marcado por persistentes problemas con la unidad de potencia. El tiempo fue una clara señal de que el equipo está compitiendo, incluso cuando la fiabilidad aún no está presente.
En el otro extremo de la escala, el puesto 16 de salida de Alex Albon fue el resultado de una inesperada falla en la unidad de potencia, y el piloto tailandés se quedó lamentando una oportunidad perdida para una mejor posición en la parrilla.
Después de la decepción en Silverstone, Haas encontró la redención: un resultado de quinto y séptimo lugar en Spa no solo eleva el impulso, sino que también le da al equipo la oportunidad de recuperarse y sumar puntos vitales para el campeonato.
Franco Colapinto y Nico Hulkenberg, sin embargo, se quedan contemplando los errores que los hicieron caer a las sombras de la parrilla. Las limitaciones del coche y errores inoportunos convirtieron la sesión de clasificación en un esfuerzo arduo en lugar de un avance.
Con la carrera a la vista, la energía dentro del paddock es palpable. El orden de salida ya apunta a fuegos artificiales, y cada piloto está preparado para darlo todo, decidido a convertir la posición en puntos y borrar los fantasmas de las decepciones de sesiones anteriores.