En el mundo en constante evolución de la Fórmula 1, Toto Wolff, el director del equipo Mercedes, ha planteado objeciones a los «pensamientos oportunistas» que rodean el debate sobre la reinstauración de los motores V10. Esto ocurre tras el respaldo de la idea por parte de Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, y Christian Horner, jefe del equipo Red Bull.
A medida que la Fórmula 1 evoluciona, el deporte está preparado para introducir nuevas unidades de potencia en la próxima temporada, casi doce años después de que se introdujeran por primera vez los motores turbo híbridos V6 en 2014. Los cambios en las reglas de F1 para 2026 están destinados a traer una nueva ola de avances tecnológicos, con un énfasis en la sostenibilidad y la eficiencia. La nueva generación de coches más ligeros y pequeños estará impulsada por motores que funcionan con combustibles completamente sostenibles y presentan una división equilibrada del 50/50 entre la potencia del motor y la electricidad. Este cambio revolucionario se espera que reduzca el peso del combustible de aproximadamente 110 kg a apenas 70, contribuyendo al mandato de ahorro de peso. Las regulaciones también proponen la descontinuación del MGU-H.
A pesar de los importantes avances que ha logrado la Fórmula 1 en el diseño de unidades de potencia ecológicas, parece haber un anhelo nostálgico por el estruendoso rugido de los antiguos motores V10. Mohammed Ben Sulayem, el presidente de la FIA, es uno de esos defensores, lo que llevó a la creación de un grupo de trabajo por parte del organismo rector del automovilismo para explorar la viabilidad de reintroducir los V10 en la parrilla.
La FIA expresó su compromiso de mantener discusiones con diversas partes interesadas para determinar la futura dirección técnica de la F1 tras el ciclo regulatorio de 2026. La posibilidad de un tren motriz V10 que funcione con combustible sostenible forma parte de estas discusiones, alineándose con medidas medioambientales y de contención de costos. Sin embargo, el enfoque sigue siendo la introducción de las regulaciones de 2026 y la competencia que prometen.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, también está a favor de la idea. Cree que el progreso en la tecnología de combustibles sostenibles abre numerosas oportunidades. Con cariño, imagina un regreso a un V10 gestionado de manera responsable que revive el sonido de las carreras de Gran Prix, aunque con combustible sostenible. Reconoce la complejidad y el costo del motor a partir de 2026, pero ve la reintroducción del V10 como un concepto intrigante que vale la pena explorar para el futuro.
Sin embargo, Toto Wolff de Mercedes advierte en contra de participar en tales discusiones, argumentando que socavan las regulaciones de F1 2026 incluso antes de que entren en vigor. Wolff insta a las partes interesadas a expresar positividad y emoción sobre las próximas regulaciones. Cree que los movimientos pioneros que está haciendo la Fórmula 1, como la introducción de combustible 100% sostenible y los avances en tecnología de baterías, deberían ser celebrados. Según Wolff, las discusiones sobre los tipos de motores futuros parecen prematuras y corren el riesgo de diluir el mensaje de las emocionantes regulaciones que se avecinan.
Si bien Wolff no está completamente en contra de la conversación sobre el V10, insiste en que debería llevarse a cabo en un momento apropiado y no eclipsar las inminentes regulaciones de 2026. Está abierto a discutir sistemas híbridos futuros y el potencial retorno del distintivo sonido del V10, pero advierte contra adelantarse. El primer año del ciclo de cinco años está a la vuelta de la esquina, y Wolff cree que es importante centrarse en el presente en lugar de discutir prematuramente lo que vendrá después.