Un superyate impresionante de $150 millones hizo titulares en el Gran Premio de Mónaco al atracar en el Puerto Hércules, robando el espectáculo entre los barcos de ultra-lujo. Propiedad del jefe de Louis Vuitton y socio de F1, Bernard Arnault, el superyate Symphony es un espectáculo para contemplar.
Rompiendo récords como el primer barco Feadship de más de 100 metros, el Symphony se extiende a lo largo de impresionantes 333 pies (101 metros). Creado en 2015 por el astillero holandés Feadship, esta obra maestra cuenta con un diseño exterior del renombrado Tim Heywood. Con seis cubiertas, el yate puede albergar hasta 20 huéspedes en ocho lujosas cabinas.
Internamente, el Symphony es una maravilla diseñada por Zuretti Interior Design, que presenta paneles de madera clara, muebles elegantes y toques de oro. Entre sus lujosas comodidades se encuentran una piscina de fondo de vidrio con un borde de cascada, cines al aire libre e interiores, una cubierta privada para el propietario con sauna y terraza de jacuzzi, un centro de bienestar, club de playa e incluso un tee de golf emergente con pelotas biodegradables.
Impulsado por motores MTU, el Symphony puede navegar a una velocidad máxima de 21 nudos, haciendo una entrada grandiosa al llegar a Mónaco para el fin de semana del Gran Premio.
Sumando al glamour en el Puerto Hércules está el superyate Sarastar, que llamó la atención con un raro hipercoche McLaren Solus GT estacionado en su cubierta, cautivando a los entusiastas de las carreras.
La reciente asociación de Louis Vuitton con la Fórmula 1 ha despertado entusiasmo en el mundo de las carreras. Como patrocinador principal del Gran Premio de Australia desde 2025, Louis Vuitton, bajo el paraguas de LVMH, ha consolidado su posición dentro del deporte. La asociación incluye la presentación de trofeos de F1 en los icónicos baúles de la marca, mostrando una mezcla de lujo e innovación.
El presidente y CEO de F1, Stefano Domenicali, expresó su entusiasmo por la colaboración, destacando la pasión compartida por la excelencia y la creatividad entre Louis Vuitton y la Fórmula 1. La presentación del baúl del trofeo para el Gran Premio de Mónaco 2025 añadió un toque de elegancia al prestigioso evento.
La fusión de lujo, artesanía y competencia de alto nivel establece el escenario para una asociación inolvidable entre Louis Vuitton y la Fórmula 1, prometiendo un año de emoción e innovación para los aficionados y entusiastas por igual.