El fabricante de automóviles VW ha comenzado hoy negociaciones cruciales sobre su futuro, tras anunciar la posibilidad de cerrar fábricas en Alemania por primera vez en su historia.
La dirección del grupo VW ha iniciado conversaciones con representantes de los trabajadores sobre el programa de reducción de costos, con más de 3,000 trabajadores de diversas localidades del país, según el sindicato IG Metall, reunidos frente al centro de conferencias donde se lleva a cabo la reunión.
Según «Automotive News Europe«, IG Metall ya ha indicado que los trabajadores de VW podrían comenzar una serie de huelgas a partir de principios de diciembre y están insistiendo en un aumento salarial del 7%.
Los representantes de los trabajadores, que tienen poder de co-determinación sobre la estrategia de la empresa, se han comprometido a impugnar los planes de cierre de fábricas en Alemania, amenazando con huelgas que podrían paralizar al mayor empleador industrial de Alemania.
«Actualmente estamos presenciando un nuevo ataque a nuestras raíces», acusó Daniela Cavallo del consejo de trabajadores de VW. «Los problemas no se pueden resolver agitando la amenaza de cerrar fábricas, abandonando nuestra garantía laboral de 30 años y asustando a los trabajadores con noticias de despidos masivos», afirmó, dirigiéndose a los manifestantes.
Cabe destacar que VW ha admitido, por primera vez en sus 87 años de historia, la posibilidad de cerrar fábricas en Alemania como parte de un plan de reducción de costos para abordar una “situación extremadamente tensa”, con el objetivo de recortar diez mil millones de euros para 2026.
Parte de los desafíos que enfrenta actualmente el sector automotriz está centrado en la transición hacia la movilidad eléctrica y la creciente presión de los fabricantes de vehículos eléctricos chinos, que tienen costos más bajos y márgenes de beneficio más altos que sus contrapartes europeas y norteamericanas.