El Gran Premio de EE. UU. de Lewis Hamilton pasó de mal en peor, ya que el siete veces campeón del mundo enfrentó una salida temprana en la vuelta 3, dejando su coche varado en la grava en la curva 19, en un final dramático y decepcionante para su carrera. El piloto de Mercedes, de 39 años, que ya había soportado un fin de semana difícil tras una sorprendente eliminación en Q1 durante la clasificación, lo culminó con un error poco característico que llevó a un DNF, aplastando cualquier esperanza de revertir su fin de semana.
Mercedes, que había mostrado destellos de un rendimiento mejorado en las carreras recientes, estuvo lejos de su mejor versión en el Circuito de las Américas. Tanto Hamilton como su compañero de equipo George Russell lucharon por igualar el ritmo de sus rivales, a pesar de haber obtenido resultados decentes en la carrera sprint. Para Hamilton, sus problemas comenzaron en la clasificación, donde enfrentó una gran reacción negativa de los aficionados tras no lograr salir de Q1. El accidente de Russell en Q3 y su posterior salida desde el pit lane solo añadieron más problemas al equipo.
En la carrera, Hamilton estaba presionando fuerte para recuperar terreno perdido, pero se encontró atrapado en el medio del pelotón. Su intento de apretar más lo llevó a perder el control y encallar su W15 en la grava en la Curva 19. Hamilton inmediatamente se comunicó por radio con el equipo para disculparse, consciente de las implicaciones de su retiro temprano.
“Lo siento, chicos,” dijo Hamilton por la radio, claramente frustrado con el resultado. El incidente marca un golpe significativo a su posición en el campeonato de pilotos, donde su estrecha ventaja de 19 puntos sobre Russell ahora estará en serio peligro. La brecha entre los dos pilotos de Mercedes probablemente se cerrará drásticamente a medida que la temporada se acerque a sus rondas finales.
Para Hamilton, este DNF en el GP de EE. UU. también significa perder una oportunidad dorada para superar el récord de Max Verstappen de más victorias en carreras en suelo americano. La temporada 2024, ya llena de desafíos para el británico, parece estar escapando aún más de su control, y sus aspiraciones de terminar el año con una nota alta están comenzando a desvanecerse.
El impacto del lamentable fin de semana de Mercedes va más allá de las posiciones individuales, ya que la batalla del equipo contra Ferrari por el tercer lugar en el campeonato de constructores ahora enfrenta un retroceso significativo. Los pilotos de Ferrari, Carlos Sainz y Charles Leclerc, capitalizaron la situación, mientras que tanto Hamilton como Russell lucharon por hacer algún progreso significativo.
A medida que la decepcionante temporada 2024 de Hamilton avanza, la presión aumenta para el piloto veterano. El camino por delante parece empinado, con Mercedes necesitando encontrar respuestas rápidamente si Hamilton espera recuperar algo de impulso antes del final de la temporada. Su forma, una vez la envidia de la parrilla, necesitará un cambio dramático para evitar más contratiempos en las últimas carreras del año.