Kyle Busch recientemente hizo algunas declaraciones humorísticas y audaces durante su participación en el programa Pat McAfee. El campeón de la Copa en dos ocasiones se involucró en discusiones sobre varios temas relacionados con el automovilismo y la vida. Expresó sus opiniones audaces sobre los jóvenes pilotos de la NASCAR e incluso picó a la F1 mientras hablaba con la ex estrella de la NFL. Busch criticó las carreras de F1 por ser monótonas, con los mismos pilotos ganando consistentemente y una cultura general que encontró desinteresante.
Durante su entrevista, el piloto de 38 años destacó las disparidades entre la NASCAR, la principal serie de carreras de autos de stock, y la Fórmula 1, la principal serie de carreras de autos de ruedas abiertas, usando una comparación divertida. Busch comparó la NASCAR con una fiesta animada donde los amigos se divierten con cerveza, enfatizando su naturaleza agresiva. En contraste, describió la F1 como un evento más refinado, comparándola con una fiesta de champán debido a su enfoque menos agresivo.
La NASCAR es conocida por sus carreras intensas y aceleradas, caracterizadas por una conducción agresiva y acción de parachoques a parachoques. Por otro lado, la F1 se enfoca en lograr los tiempos de vuelta más rápidos sin ningún contacto con otros autos. Las oportunidades limitadas de correr riesgos en la F1, debido a las limitaciones del auto, resultan en una falta de agresividad en comparación con la NASCAR. Sin embargo, esto también lleva a carreras más limpias en la F1, mientras que las carreras de autos de stock pueden volverse más caóticas debido a la naturaleza agresiva de la competencia.
While F1 has expanded its global presence and increased the number of races in the United States, recent reports suggest a decline in its American audience. F1 experienced a significant drop of over 40% in viewership compared to the previous year. The Saudi Arabian Grand Prix, for example, only attracted 920,000 American fans, falling short of its goals. In contrast, NASCAR seems to be thriving, as evidenced by the growth in viewership for the race in Phoenix. The event drew an impressive 4.028 million viewers on Sunday, marking a 19% increase from the previous year.
The decline in F1’s popularity in the United States can be attributed to the dominance of certain drivers and the perception of lack of excitement throughout the series. As a result, efforts have been made to introduce regulatory changes to make the field more competitive. However, it seems that NASCAR will continue to hold its position as the favorite motorsport in America in the foreseeable future.