En la dramática carrera inaugural de la temporada de Fórmula 1, el Gran Premio de Australia de Jack Doohan terminó prematuramente. El joven piloto australiano, que comenzó la carrera en la 14ª posición, la segunda más alta entre los seis recién llegados de la temporada, enfrentó un desastre en la primera vuelta.
El incidente ocurrió en el circuito de Albert Park, conocido por sus desafiantes condiciones húmedas. El Alpine A525 de Doohan perdió el control al salir de la curva 5, lo que llevó a un giro repentino a la izquierda y a una temida colisión contra la pared. El vehículo se detuvo bruscamente en medio de la pista, dejando a Doohan sin otra opción que retirarse de la carrera.
Doohan atribuyó el percance a una confluencia de varios factores. Una línea blanca resbaladiza en la pista, un aumento inesperado en las RPM de su motor y, posiblemente, un uso excesivo de su pie derecho conspiraron en su contra. A pesar de sentirse cómodo en las vueltas iniciales previas a la parrilla, Doohan admitió que el accidente fue una consecuencia imprevista de estos elementos.
Explicó que el accidente ocurrió durante la transición de tercera a cuarta marcha. Al cambiar a la cuarta marcha, perdió el control de su coche — un fenómeno que le resultó difícil de comprender, ya que no era una desviación de su rutina normal. El incidente, aunque lamentable, le proporcionó a Doohan valiosos conocimientos y aprendizajes que planea utilizar para prevenir tales ocurrencias en el futuro.
El piloto de 22 años, que se especula que está luchando por su futuro en Alpine, fue uno de los seis pilotos que no terminaron la carrera. Esta lista también incluía a su compañero novato Isack Hadjar, quien chocó durante la vuelta de formación, Carlos Sainz, que tuvo un accidente detrás de un Safety Car, y el dos veces Campeón del Mundo Fernando Alonso.
Sin embargo, Doohan se abstuvo de encontrar consuelo en esta lista. Aceptó su error, reconociéndolo como una parte dura pero inevitable de su trayectoria en la Fórmula 1. Mostrando una madurez más allá de sus años, Doohan se negó a buscar excusas, asumiendo toda la responsabilidad por el accidente y expresando su deseo de recuperarse más fuerte.
A pesar del desafortunado final, Doohan se mantuvo optimista sobre su rendimiento durante el fin de semana. Destacó el fuerte ritmo que mantuvo, incluso cuando estuvo dividido en aerodinámica durante la mayor parte del fin de semana. Estaba particularmente satisfecho con su desempeño en las etapas de P1 a P3, donde estuvo muy parejo con Pierre Gasly. Cree que un final en P8 o P7 podría haber sido posible, lo que refuerza su confianza para el resto de la temporada.
Aunque hay especulaciones sobre la duración del contrato de Doohan con Alpine, el joven piloto confirmó que tiene un contrato por al menos el año actual, si no más. El Gran Premio de Australia puede haber sido una brutal introducción a los desafíos de la Fórmula 1, pero Doohan está listo para pasar página y demostrar su pleno potencial en las próximas carreras.