En una actuación que resonará a lo largo de la historia de NASCAR, Christopher Bell ha sorprendido al mundo del automovilismo con una impresionante tercera victoria consecutiva en el Shriners Children’s 500 en el Phoenix Raceway. El piloto de 30 años hizo una declaración para la historia, manteniéndose firme ante la competencia más feroz en un emocionante enfrentamiento que consolidó su lugar entre la élite de NASCAR. Bell es ahora solo el 19º piloto en la historia moderna del deporte en lograr una hazaña tan notable, y lo hizo de manera verdaderamente dominante, liderando cada etapa de la carrera en lo que ya se está denominando la carrera más cerrada en la historia de Phoenix.
Fue un fin de semana lleno de alta drama, caos y carreras eléctricas, pero Bell mantuvo la cabeza fría cuando más importaba. Con su tercera victoria de la temporada 2025, ya está demostrando ser el piloto a vencer. Su estrategia de neumáticos, movimientos hábiles en la pista y pura determinación lo impulsaron hacia el frente, incluso ante los feroces desafíos de algunas de las estrellas más grandes de la serie.
Etapa Uno: La Batalla por el Liderato
El Shriners Children’s 500 comenzó con un gran estruendo, ya que la carrera vio dos banderas amarillas dentro de las primeras 10 vueltas, lo que estableció el tono para un día salvaje. Joey Logano saltó a un liderazgo temprano desde la segunda posición, pero una penalización por ir debajo de la línea amarilla antes de la línea de salida le entregó el liderato a William Byron. Byron, que estaba en llamas en Phoenix, hizo un fuerte empuje y lideró casi toda la primera etapa. Fue una actuación estelar de Byron, quien aseguró su cuarta victoria de etapa en la pista—más que cualquier otro piloto.
Pero mientras Byron estaba ocupado defendiendo su posición ante los desafiantes, Bell estaba haciendo su movimiento en silencio. La futura estrella de NASCAR, comenzando desde el 11º lugar, comenzó a abrirse camino a través del campo en la segunda mitad de la etapa. Su estrategia de neumáticos comenzó a tomar forma, y al final de la Etapa Uno, Bell se estaba preparando para un ataque aún mayor.
Etapa Dos: El Impulso de Christopher Bell
A medida que se desarrollaba la segunda etapa, Bell mostró su maestría en las pistas, pasando del 11º al 2º lugar en solo 75 vueltas, superando a Tyler Reddick en el camino. Sin embargo, los pilotos detrás de él se estaban acercando rápidamente. Austin Cindric, comenzando en 14º lugar, tuvo un notable impulso durante la Etapa Dos, saltando a la delantera después de cambiar a neumáticos de opción más suaves. Los nuevos neumáticos le dieron a Cindric un aumento de velocidad, pero Bell no se dejó intimidar, conservando metódicamente sus propios neumáticos mientras otros quedaban atrás.
La carrera dio un giro dramático con un choque de siete autos que involucró a múltiples contendientes, incluyendo autos de Joey Logano, Tyler Reddick y Ryan Preece. El accidente puso la carrera patas arriba, reordenando las posiciones en la parte superior. Logano, recuperándose de una estrategia de pit arriesgada, regresó del 30º lugar para unirse a los dos primeros, desafiando a Bell por el liderato. Pero la gestión de neumáticos de Bell y su calma bajo presión dieron sus frutos. La etapa terminó con Bell asegurando su segunda victoria del día y su quinta victoria de etapa en su carrera en Phoenix, acercándolo a una codiciada victoria.
Etapa Final: El Final Emocionante
La etapa final fue donde Bell realmente se separó del grupo. Ryan Preece, quien había tenido dificultades al principio de la carrera, se encontró al frente después de cambiar a los neumáticos rojos y más blandos. Fue el tercer piloto en liderar tras utilizar los neumáticos blandos, pero al igual que los demás, la estrategia de neumáticos de Preece solo lo llevaría hasta cierto punto.
Bell, mientras tanto, gestionó su estrategia de neumáticos como un verdadero campeón. Con una bandera amarilla que le dio la oportunidad de poner los neumáticos de opción frescos, Bell recuperó la delantera de Denny Hamlin en las últimas vueltas, manteniéndose en la primera posición con una exhibición magistral de control del automóvil. A pesar de la intensa presión desde atrás, Bell mantuvo la calma y cruzó la línea de meta, asegurando su tercera victoria consecutiva y logrando su victoria consecutiva en el Phoenix Raceway.
Fue una actuación impresionante de Bell, quien sigue demostrando que es uno de los mejores pilotos en la Copa Series. En una carrera llena de estrategia de neumáticos, banderas de precaución y batallas en cada curva, Bell mostró una vez más por qué es una de las estrellas más brillantes de NASCAR. Su victoria es un testimonio de su habilidad, compostura y el extraordinario impulso que está construyendo al inicio de la temporada.
La histórica racha de Bell
Con tres victorias en las primeras cuatro carreras de la temporada, Bell es ahora el líder indiscutible en la clasificación de NASCAR. Su dominio en la pista lo ha colocado firmemente bajo el foco de atención, y sus fanáticos están ansiosos por ver si puede continuar con esta notable racha. Su actuación en el Shriners Children’s 500, junto con su creciente consistencia y habilidad en las carreras, lo ha convertido en una fuerza formidable en la serie.
Mientras Bell celebra su histórica tercera victoria consecutiva, el mundo de NASCAR sabe que aún no ha terminado. Con varias carreras por delante, incluyendo algunos difíciles circuitos y eventos de superspeedway, Bell necesitará mantener su impulso para consolidar su lugar en la cima.
Pero por ahora, está claro: Christopher Bell está en llamas, y la competencia más vale que esté atenta. Su impresionante racha de victorias muestra que está listo para luchar por el premio máximo en NASCAR.