Un accidente que quita el aliento sacudió la sesión de clasificación de F1 en Imola cuando el coche de Red Bull de Yuki Tsunoda se fue volando hacia las barreras, causando caos y llevando la sesión a una detención dramática. El joven piloto perdió el control de su coche, enviándolo a girar hacia atrás contra la barrera de neumáticos con tal fuerza que se catapultó sobre la barrera y rodó antes de finalmente detenerse en la grava.
A pesar del aterrador accidente, Tsunoda emergió de los escombros aparentemente ileso, pero aún así fue llevado al centro médico para un chequeo preventivo. La magnitud del daño a su coche fue severa, dejando a Red Bull con un enorme trabajo de reconstrucción por delante del Gran Premio.
La sesión fue inmediatamente interrumpida con bandera roja mientras se limpiaban los escombros, con solo un puñado de pilotos logrando establecer un tiempo de vuelta antes del incidente. Alex Albon fue el más rápido entre ellos, mostrando sus habilidades en el desafiante circuito de Imola.
Este contratiempo llega como el primer gran obstáculo para Tsunoda desde que se unió al equipo principal, tras una actuación prometedora en las sesiones de práctica del viernes. A pesar de mostrar competitividad y estar a una décima de su compañero Max Verstappen, Tsunoda tuvo dificultades para encontrar su ritmo en la última sesión de práctica, dejándolo en una posición desafiante de cara a la clasificación.
El accidente a alta velocidad no solo ha dejado a los aficionados en estado de shock, sino que también ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de los pilotos en el exigente circuito de Imola. Mientras el mundo de la F1 contiene la respiración, todas las miradas están ahora puestas en Red Bull mientras trabajan incansablemente para que Tsunoda regrese a la pista para la carrera.