El campeón reinante Max Verstappen describió su primer día de entrenamientos en el Gran Premio de Australia como caótico después de una segunda sesión interrumpida. El piloto de Red Bull terminó en segundo lugar en ambas sesiones, quedando detrás de Lando Norris, de McLaren, por 0,018s en el FP1 y de Charles Leclerc, de Ferrari, por 0,381s en el FP2. Verstappen atribuyó los daños en el piso de su RB20 a una salida de pista en la Curva 10 durante el primer entrenamiento, lo que resultó en su ausencia al comienzo del FP2. A pesar del contratiempo, Verstappen elogió a sus mecánicos por las reparaciones rápidas, aunque esto le costó algo de tiempo en pista en la segunda sesión.
El rendimiento de Leclerc en el FP2, especialmente en vueltas rápidas, indicó una batalla reñida en la clasificación, aunque es difícil comparar con Red Bull sin conocer las configuraciones del motor. Verstappen, quien tuvo pocas vueltas debido al retraso en su inicio en el FP2, reconoció a Ferrari como un equipo a tener en cuenta. Aunque deseaba más vueltas, creía que las que completó fueron prometedoras. Verstappen expresó confianza en saber en qué áreas enfocarse y ajustar, al mismo tiempo que reconocía la velocidad de Ferrari.
Sergio Perez, por su parte, describió su viernes como desafiante, terminando en octavo en el FP2 y quedando 0,813s detrás del ritmo de Leclerc. Al igual que su compañero de equipo Verstappen, Perez se mantuvo optimista para el sábado, pero identificó a los autos rojos escarlata de Ferrari como la principal competencia de Red Bull. Reconoció la necesidad de trabajar en el auto durante la noche y destacó las dificultades del circuito de Melbourne por la tarde debido a la baja visibilidad causada por el sol bajo. Perez enfatizó la importancia de clasificar bien y mencionó la alta degradación observada durante las vueltas largas, lo que requerirá una consideración cuidadosa para la estrategia del fin de semana. Reconoció la fortaleza de Ferrari en este circuito y anticipó un enfrentamiento interesante con ellos.