La frustrante temporada de Max Verstappen continuó en el Gran Premio de Singapur, con el campeón reinante enfrentando otra difícil sesión de clasificación. Después de una serie de actuaciones decepcionantes a mitad de la temporada 2024, los problemas de Verstappen se hicieron evidentes cuando se vio impedido durante Q1 en Marina Bay, lo que provocó una furiosa explosión por la radio del equipo.
Las dificultades del holandés este fin de semana comenzaron mucho antes de la clasificación. Después de soltar una palabrota en frustración a principios de la semana—violando la reciente prohibición de la FIA sobre el uso de lenguaje soez—Verstappen recibió una pena de servicio comunitario, sumando a su creciente lista de quejas. Los problemas del joven de 26 años se intensificaron durante Q1 cuando fue bloqueado por el tráfico, dejándolo furioso y etiquetando a sus rivales como un “grupo de idiotas.”
“Increíble, ¡grupo de idiotas, están en el camino en todas partes!” gritó Verstappen por la radio, su ira desbordándose mientras luchaba por encontrar espacio libre en la pista. Con el rendimiento de Red Bull cayendo en picada en la segunda mitad de la temporada, la presión claramente está aumentando sobre el tres veces campeón del mundo.
La temporada de Verstappen ha pasado de dominante a desastrosa, con el ritmo de Red Bull cayendo drásticamente. El holandés ha expresado repetidamente sus preocupaciones, advirtiendo que sin cambios significativos en el coche, las esperanzas del equipo por el campeonato podrían desmoronarse. “Tenemos mucho trabajo por hacer,” admitió Verstappen, reconociendo que las últimas siete carreras son cruciales para su defensa del título.
A medida que la frustración de Verstappen aumenta, su control sobre el campeonato se está desvaneciendo. Con los rivales acercándose y la presión intensificándose, el arrebato del holandés en Singapur es un recordatorio claro de los desafíos que enfrenta Red Bull. Si el equipo no puede cambiar su suerte, la búsqueda de Verstappen por un cuarto título mundial podría estar en grave peligro.