Max Verstappen, el campeón reinante de la Fórmula 1, ha mostrado una perspectiva pesimista para su equipo, Red Bull, mientras se preparan para la carrera inaugural de la temporada 2025 en Melbourne, Australia.
Verstappen ha comenzado sus dos últimas temporadas con una nota ganadora, con sólidas victorias en Baréin que allanaron el camino para su exitosa reclamación del título de Pilotos. Sin embargo, la reciente prueba de pretemporada en Baréin ha pintado un cuadro menos optimista para el piloto holandés. Las indicaciones sugieren que la próxima carrera en Melbourne podría no ver a Verstappen repitiendo sus éxitos anteriores.
La fase de pruebas de Red Bull terminó en una nota amarga, con un suelo revisado que no logró ofrecer el rendimiento esperado. Esto llevó a una costosa eliminación de la actualización, lo que resultó en que Verstappen perdiera valiosos kilómetros. Este revés ha profundizado el misterio que rodea la posición de Red Bull en el orden competitivo, con el consenso general en el paddock de que McLaren tiene el paquete superior.
En concordancia con este punto de vista, Verstappen confiesa que no prevé que Red Bull represente un desafío significativo para los campeones defensores en la primera ronda. El piloto holandés le dijo sin rodeos a Viaplay que aún queda mucho trabajo por hacer para mejorar el rendimiento del equipo. A pesar de haber pasado mucho tiempo en el simulador con el equipo, Verstappen admite que una victoria en Melbourne parece poco probable, aunque esperan implementar ciertas mejoras en las próximas carreras.
El piloto de Red Bull también expresó su decepción por la falta de progreso del equipo con el RB21, reflejando los sentimientos del Director Técnico de Red Bull, Pierre Wache. Verstappen declaró que los resultados están lejos de ser satisfactorios y que el equipo tenía expectativas más altas de la prueba en Baréin.
El objetivo principal de Red Bull con el nuevo desafiante era rectificar los problemas de equilibrio que afectaban al temperamental predecesor RB20 en 2024. Los comentarios iniciales de Verstappen sobre el RB21 fueron positivos, indicando que el coche era más predecible y más fácil de manejar. Sin embargo, también expresó preocupaciones sobre la lucha persistente del equipo con circuitos que requieren un coche capaz de manejar superficies irregulares, un problema que parece seguir sin resolverse.
El campeón holandés habló sobre el equilibrio mejorado del coche desde la entrada a la curva hasta la mitad de la misma, pero destacó que el equipo todavía está lidiando con los bordillos y baches, que enfatiza como su punto más débil. A medida que Red Bull se prepara para la temporada de F1 2025, las observaciones sinceras de Verstappen subrayan la importancia de las mejoras constantes en el ferozmente competitivo mundo de las carreras de Fórmula 1.