El director del equipo Red Bull, Christian Horner, ha elogiado la fenomenal victoria de regreso de Max Verstappen en el Gran Premio de Sao Paulo, calificándola como “una de las grandes carreras en la Fórmula 1.” Partiendo desde un improbable 17º en la parrilla, Verstappen se lanzó hacia la victoria, terminando casi 20 segundos por delante de Esteban Ocon y Pierre Gasly de Alpine. La victoria, que vio a Verstappen maniobrar a través de un tráfico denso y evitar innumerables trampas, destacó su notable habilidad en la carrera y su férrea resiliencia.
Una posición en la parrilla tan baja se debió tanto a una penalización por unidad de potencia como a una racha de mala suerte en la clasificación cuando una bandera roja interrumpió la sesión. Sin embargo, en lugar de dejar que la frustración lo afectara, el enfoque de Verstappen solo se agudizó, una cualidad que Horner dice subraya sus fortalezas únicas como competidor.
“Max no es el tipo de piloto que necesita una charla motivacional. Su resiliencia mental es inmensa, y procesa los contratiempos a su manera,” explicó Horner. “No lo he visto tan animado en un podio en años; claramente significó mucho. Hoy fue una de esas carreras que quedarán en la historia, una clase magistral en control de carrera y habilidad.”
La estrategia de Verstappen al inicio fue igualmente emocionante. Realizando una jugada audaz por el exterior de la Curva 3, superó a varios coches antes de lanzarse por dentro de Lewis Hamilton en la Curva 1 para ganar seis posiciones en la primera vuelta. Con adelantamientos audaces y frenos precisos, Verstappen dejó claro que no se estaba conteniendo.
“El inicio fue eléctrico, recordándome algunas de las mejores primeras vueltas que hemos visto en el deporte,” continuó Horner. “Estaba adelantando coche tras coche, manteniéndose tarde en los frenos, y abriéndose camino en el campo como si fuera algo natural. Subió seis posiciones solo en esa primera vuelta, algo que recuerda a Senna en Donington en ’93.”
El extraordinario progreso de Verstappen no se detuvo ahí. Continuó desgastando al campo, utilizando la velocidad de su coche y su propia habilidad para deshacerse de rivales uno por uno, incluyendo a Hamilton y a Oscar Piastri de McLaren. Para cuando la carrera se reinició tras una advertencia tardía, Verstappen rápidamente tomó la delantera de Ocon y procedió a dejar atrás al resto, a menudo alejándose por un segundo completo por vuelta.
“En un día bastante sombrío, brilló con bastante intensidad,” concluyó Horner. “Sabíamos que teníamos el ritmo del coche, pero la capacidad de Max para aprovechar ese ritmo, incluso cuando comienza cerca de atrás, muestra la marca de un verdadero campeón. Hoy se trataba de más que velocidad; se trataba de fortaleza mental, adaptabilidad e instinto puro de carrera.”
A medida que Verstappen se acerca cada vez más a su próximo título de campeón, los elogios de Horner subrayan un consenso más amplio en la comunidad de la F1: la victoria de Max Verstappen en el GP de Sao Paulo no fue solo una victoria, sino un momento definitorio en la era moderna de la Fórmula 1.