En un sorprendente giro de los acontecimientos, el equipo Penske se encuentra en el centro de un escándalo que ha sacudido tanto el mundo de IndyCar como el de NASCAR. La controversia del atenuador de la Indy 500 ha llevado al despido de tres altos ejecutivos de IndyCar y a sanciones para dos de los tres equipos de IndyCar bajo Penske. Pero, ¿cómo afecta esta agitación al poderoso equipo de NASCAR dentro del garaje de Penske?
Con tres coches a tiempo completo en la Copa, incluyendo a los principales pilotos Ryan Blaney, Joey Logano y Austin Cindric, la operación de NASCAR de Penske ha estado dominando la escena, asegurando los últimos tres títulos consecutivos de la Copa. Mientras se preparan para la Coca-Cola 600 en el Charlotte Motor Speedway, Logano, el campeón defensor de la Copa NASCAR en tres ocasiones, enfatizó la unidad dentro del equipo Penske, afirmando: «somos un solo equipo». Esta solidaridad se ilustró aún más con las liveries a juego de ‘submarino amarillo’ que llevaban Logano y el contendiente de la Indy 500 Scott McLaughlin, ambos con patrocinio de Pennzoil.
El propietario del equipo, Roger Penske, rompió su silencio sobre la controversia en una entrevista exclusiva, abordando la decisión de despedir a tres figuras clave dentro de la organización. Logano hizo eco de los sentimientos de Penske, enfatizando la necesidad de avanzar a pesar de los desafíos enfrentados. Todo el equipo de carrera recibió la visita del propio Penske, asegurándoles el camino a seguir.
Sin embargo, para el piloto Austin Cindric, el escándalo golpea más cerca de casa ya que su padre, Tim Cindric, una figura de larga data en Penske, fue uno de los despedidos. A pesar de la conexión personal, Cindric se mantiene enfocado en la tarea en cuestión, separando los aspectos personales y profesionales ante la adversidad.
A medida que los pilotos se preparan para la Coke 600, Cindric lidera el grupo de Penske en el 14º lugar en la parrilla, con Logano comenzando en el 16º y Blaney en el 21º. En el frente de IndyCar, McLaughlin asegura la décima posición de inicio para la Indy 500, mientras que sus compañeros de equipo Josef Newgarden y Will Power enfrentan contratiempos, comenzando en el 32º y 33º (último) respectivamente tras las sanciones.
Las implicaciones del escándalo de IndyCar reverberan a través del imperio de carreras de Penske, poniendo a prueba la resiliencia y unidad del equipo en diferentes disciplinas de carreras. Estén atentos mientras el drama se desarrolla dentro y fuera de la pista, moldeando el futuro del Team Penske en medio de la adversidad.