La reestructuración sigue un enfoque similar al adoptado por McLaren el año pasado e implica la implementación de un nuevo sistema de tres pilares en Alpine. Esto significa que se nombrarán tres directores técnicos para enfocarse en diferentes aspectos del chasis. Estos nombramientos son todos internos, lo que permite la implementación inmediata de la nueva estructura. Joe Burnell fue nombrado director técnico (ingeniería), David Wheater como director técnico (aerodinámica) y Ciaron Pilbeam, un ingeniero de carrera de larga data de Mark Webber, como director técnico (rendimiento). Eric Meignan, director técnico de la unidad de potencia con sede en Francia, permanecerá en su cargo. Los cuatro individuos reportarán al jefe de equipo, Bruno Famin.
Famin explicó la razón detrás de los cambios organizativos, afirmando que el equipo reconoce la necesidad de mejorar el rendimiento y cree que una nueva estructura y personal son necesarios para lograrlo. El enfoque de tres pilares busca mejorar la colaboración y la productividad entre los departamentos técnicos, lo que lleva a un mejor rendimiento en la pista de carreras. Famin expresó confianza en las habilidades de Burnell, Wheater y Pilbeam para trabajar juntos y llevar a cabo las mejoras necesarias para el equipo. También agradeció a Harman y De Beer por sus contribuciones al equipo y les deseó éxito en sus futuros proyectos.
Aunque las renuncias de Harman y De Beer pueden atribuirse a los problemas con el coche de 2024 y al decepcionante comienzo de la temporada del equipo, las discusiones sobre posibles cambios en la estructura técnica estaban en marcha desde hace algún tiempo. Es posible que las renuncias hayan acelerado este proceso. Alpine reconoció en su comunicado de prensa que la decisión de reestructurar llegó después de un período de resultados decepcionantes en el Campeonato Mundial de Fórmula 1, con el equipo cayendo del cuarto lugar en el campeonato de 2022 al sexto lugar en 2023 y no alcanzando ciertos objetivos de rendimiento.