Mercedes enfrentó otro contratiempo en el Gran Premio de Azerbaiyán, ya que Lewis Hamilton se vio obligado a iniciar desde el pitlane tras tomar un motor nuevo después de la calificación. Mientras los aficionados planteaban preguntas sobre la decisión, Toto Wolff se adelantó para explicar la lógica detrás del movimiento.
Hamilton, quien calificó en séptima posición, recibió una penalización de motor, lo que lo hizo caer al final de la parrilla. Esto dejó al campeón mundial en siete ocasiones con una batalla cuesta arriba en Bakú, un circuito notoriamente difícil para los adelantamientos. Wolff reveló que la decisión de instalar un motor nuevo era parte de una estrategia más amplia, insinuando que el equipo veía esta carrera como una oportunidad para asumir el golpe y minimizar el daño.
«Bakú es una pista donde adelantar es increíblemente difícil,» explicó Wolff. «Sabíamos que Lewis estaría atrapado en un tren de DRS, y habría sido casi imposible hacer un progreso significativo. Así que evaluamos si tomar la penalización aquí o en Austin, donde creemos que tenemos una mejor oportunidad de sumar puntos importantes. Fue un riesgo calculado.»
La apuesta dio sus frutos en cierto modo, ya que Hamilton logró rescatar el noveno lugar en una carrera en la que otros pilotos fallaron. A pesar de comenzar desde el pitlane, el británico se benefició del choque entre Sergio Pérez y Carlos Sainz, y el posterior daño al coche de Nico Hulkenberg, lo que le permitió ganar posiciones cruciales en las etapas finales.
Sin embargo, no fue un camino fácil para el piloto de Mercedes, ya que el Director de Ingeniería de Mercedes, Andrew Shovlin, destacó el problema del tren DRS que afectó a Hamilton durante toda la carrera. «Lewis estuvo atrapado en un tren DRS durante la mayor parte de la carrera, lo que causó que sus neumáticos traseros se sobrecalentaran», explicó Shovlin. «Cuando los neumáticos se calentaron demasiado, tuvo que reducir la velocidad para enfriarlos, y ese ciclo vicioso perjudicó severamente su ritmo.»
Este problema con los neumáticos, combinado con la dificultad de avanzar en un campo tan compacto, dejó a Hamilton luchando por escalar posiciones, pero Wolff señaló que la penalización del motor era parte de una estrategia a largo plazo. «Priorizamos Austin, donde adelantar es más factible, y donde esperamos tener un mejor paquete. Tomar la penalización en Bakú fue una decisión difícil, pero una que, con suerte, nos beneficiará a largo plazo,» concluyó Wolff.
En última instancia, la carrera de Hamilton en Bakú puede no haber sido la victoria que los aficionados esperaban, pero el equipo está mirando hacia el Gran Premio de Estados Unidos, donde planean capitalizar un setup de carrera más favorable.