Tony Stewart, un campeón de la NASCAR Cup Series en tres ocasiones y uno de los pilotos más destacados del automovilismo, recientemente reflexionó sobre la inmensa presión que enfrentó mientras competía en el icónico Indianapolis Motor Speedway. Conocido por su versatilidad y éxito en diversas disciplinas de carreras, la carrera de Stewart incluye un vínculo único con el Brickyard—una pista que trajo tanto triunfos como tormentos.
«Indy Era una Relación de Amor-Odio»
La conexión de Stewart con el Indianapolis Motor Speedway es profunda, arraigada en su experiencia en carreras de monoplazas y la Indy Racing League. Habiendo competido tanto en las 500 Millas de Indianápolis como en las 400 Millas de Brickyard de NASCAR, está entre los pocos pilotos que han sobresalido en múltiples disciplinas en el famoso óvalo. Sin embargo, el costo emocional de competir en Indy fue diferente a cualquier otra experiencia que haya tenido.
«Indy es una relación de amor-odio,» admitió Stewart. «Cuando las cosas iban bien en Indy, era mágico. Pero si tu auto no estaba bien y no podías manipularlo para solucionar los problemas, era la carrera más larga de tu vida.»
A pesar de su amplia experiencia, Stewart confesó que Indianápolis consistentemente inducía nervios y presión inigualables. La semana previa a la carrera era especialmente estresante para el nativo de Hoosier, quien sentía una obligación personal de sobresalir en la pista.
«Probablemente me ponía más presión a mí mismo cada vez que corríamos en Indy que en cualquier otra pista del mundo,» compartió. «Estaba más nervioso durante esa semana que en cualquier otro evento.»
Éxito agridulce en Indy
Mientras Stewart saboreaba la victoria en Indianápolis, sus logros eran relativamente modestos en comparación con su carrera dominante en NASCAR. Aseguró una victoria en la pole de la Indy Racing League y triunfó en el Brickyard 400 de 2005, pero los desafíos del lugar hicieron que su relación con él fuera agridulce.
No obstante, la conexión de Stewart con Indy trasciende los meros resultados. Simboliza su crecimiento como piloto que prosperó bajo presión mientras navegaba por las complejidades de una pista impregnada de historia en el automovilismo.
«El Momento Destacado de Mi Carrera»
Reflexionando sobre una carrera llena de reconocimientos, Stewart destacó su campeonato de la NASCAR Cup Series de 2011 como su logro más destacado. Ese año, se convirtió en el último propietario-piloto en reclamar un título de la Copa, un logro que no se ha igualado desde el legendario Alan Kulwicki.
«El que se destaca por encima del resto es la carrera por el campeonato en Homestead en 2011,» dijo Stewart. «Ganar el primer campeonato para Stewart-Haas Racing (SHR) y ser el último propietario-piloto en ganar un título, y de una manera tan dramática, lo hace realmente especial.»
La victoria de Stewart en Homestead sigue siendo icónica, un testimonio de su determinación y la resiliencia de SHR. Fue un campeonato que consolidó su legado no solo como piloto, sino como un propietario de equipo capaz de elevar su organización a la cima del deporte.
«Cerrando un Capítulo, Abrazando una Nueva Vida»
A medida que Stewart-Haas Racing se prepara para cesar operaciones después de la temporada 2024, las reflexiones de Stewart tienen un peso adicional. El cierre de SHR marca el fin de un capítulo significativo para Stewart, pero él está abrazando nuevas oportunidades. Ahora prosperando como piloto de drag en la división superior de NHRA y disfrutando de la paternidad, Stewart ha encontrado satisfacción más allá del garaje de NASCAR.
«La carrera que construí con SHR significa mucho para mí,» enfatizó Stewart. «Pero la vida avanza, y estoy disfrutando el mejor momento de mi vida con mis nuevos roles y aventuras.»
El Legado de un Ícono de las Carreras
El viaje de Tony Stewart—desde conquistar Indianápolis hasta romper barreras como propietario-piloto—subraya la esencia de su legado en el automovilismo. Su pasión por el deporte motor y su espíritu indomable siguen siendo tan inspiradores como siempre, demostrando que aunque un capítulo pueda cerrarse, la historia de una leyenda continúa desarrollándose.