Tony Stewart, un campeón de la Serie Cup en tres ocasiones y una figura respetada en el mundo de NASCAR, ha expresado recientemente su insatisfacción con la forma en que está evolucionando el deporte. Su descontento arraigado con el liderazgo de la familia France, la autoridad de NASCAR, ha quedado claro. No es de los que se muerden la lengua, y sus recientes comentarios han encendido un furor dentro de la comunidad de carreras.
La franqueza de Stewart proviene de su ya no activa participación en la serie de carreras. Está fuera del juego, sin miedo a posibles repercusiones por parte del organismo sancionador por sus comentarios directos. La pregunta sigue siendo, ¿hay verdad en la dura crítica de Stewart hacia NASCAR?
El amor de Stewart por NASCAR no es un secreto. Su nombre se volvió sinónimo del deporte durante su exitosa etapa con Joe Gibbs Racing y Stewart-Haas Racing. Sin embargo, su amor por el deporte no se extiende al liderazgo actual. Las decisiones controvertidas tomadas por la familia France en los últimos años han sido un hueso de contención para el ex propietario del equipo.
En una charla sincera con Bubba Clem en ‘The Bubba the Love Sponge Show’, Stewart no se contuvo al expresar su descontento. Lamentó el hecho de que muchas personas que conocía y respetaba en el deporte fueron forzadas a salir por NASCAR. Continuó expresando su desacuerdo con la dirección que estaba tomando el deporte, subrayando sus preocupaciones sobre los procesos de toma de decisiones, las sanciones y la administración en general.
NASCAR ha estado bajo fuego recientemente, con sus sanciones y advertencias controvertidas en las primeras tres carreras de la temporada generando críticas generalizadas. Los eventos en Daytona 500, Atlanta y COTA solo han servido para avivar la controversia y avivar las llamas del descontento.
El desdén de Stewart por la actual administración de NASCAR se fundamenta en su preocupación por los muchos profesionales experimentados que recibieron el ultimátum de aceptar un paquete de indemnización o enfrentar el desempleo. Esto llevó a un éxodo significativo de veteranos de la industria en 2024.
La decisión de cerrar Stewart-Haas Racing, un equipo formado en 2002, fue un duro golpe para Stewart y su socio Gene Haas. Citaban la naturaleza exigente del deporte y la necesidad de un compromiso inquebrantable y vastos recursos como razones para su decisión. Sin embargo, es difícil ignorar la posibilidad de que un mayor apoyo financiero de NASCAR podría haber mantenido a SHR en la competencia.
A pesar de su dura crítica al liderazgo de NASCAR, Stewart reconoció cierto crecimiento en el deporte. Específicamente destacó la afluencia de talentos internacionales en los últimos años. Desde la Fórmula 1 hasta IndyCar, los jugadores internacionales han dejado su huella, y NASCAR no es diferente.
Stewart dio la bienvenida a la inclusión de pilotos extranjeros en la Copa Series, elogiando su contribución a la popularidad y competitividad del deporte. Pilotos como Shane van Gisbergen de Australia y Daniel Suárez de México han aportado un sabor internacional a NASCAR.
La expansión internacional de NASCAR, comenzando con la próxima carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez en la Ciudad de México, es un paso positivo. Sin embargo, el deporte necesitará aventurarse en Asia, Medio Oriente y Europa para convertirse verdaderamente en una competencia de automovilismo global. Esto no solo atraerá más talento, sino que también aumentará las oportunidades de inversión y patrocinio. A medida que NASCAR continúa creciendo, ¿veremos a Tony Stewart de vuelta en la parrilla de la Copa Series si Brian France finalmente se retira? Solo el tiempo lo dirá.