Thierry Neuville logró su primera victoria en el Campeonato Mundial de Rally en más de siete meses en el Rally de Acrópolis Grecia, aprovechando el dramático vuelco de Sébastien Ogier en la powerstage para llevarse la victoria y revivir sus esperanzas por el título. Ogier, quien había estado presionando fuerte para recuperar el tiempo perdido tras una falla de turbo el viernes, volcó su Toyota GR Yaris Rally1, entregándole efectivamente la victoria a Neuville en un rally definido por la deserción y problemas mecánicos.
Ogier había luchado para regresar al frente, ocupando el segundo lugar en la general antes de la powerstage, pero en un esfuerzo desesperado por maximizar puntos, juzgó mal una curva, golpeando el interior de manera demasiado agresiva. El error hizo que su Toyota se estrellara contra un banco, volcando sobre su costado y terminando con sus posibilidades de podio. Aunque logró poner el coche de nuevo sobre sus ruedas y avanzar hasta la meta, el daño ya estaba hecho. El accidente de Ogier permitió a Neuville navegar hacia la victoria, sabiendo que terminar de manera segura aumentaría sus perspectivas en el campeonato.
“Ni siquiera me di cuenta de que Ogier había volcado hasta la mitad de la etapa,” admitió Neuville. “Cuando vi el coche, pregunté si era él, y cuando recibí la confirmación, supe que solo tenía que llevar el coche a casa.”
Dani Sordo, quien había estado detrás de Ogier, heredó el segundo lugar tras el accidente del francés. Sordo, conduciendo para Hyundai, reconoció que su enfoque principal era asegurar puntos para el campeonato de fabricantes, y aunque le faltó ritmo el domingo, estaba contento con su desempeño. “Vinimos aquí a hacer un trabajo, y lo hicimos,” dijo Sordo, expresando simpatía por su ex compañero de equipo Ogier.
El último lugar en el podio fue para Ott Tänak, quien también tuvo un rally desafiante pero logró escalar al tercer puesto tras la desgracia de Ogier. Tänak sufrió problemas de motor el domingo, pero aseguró puntos críticos al terminar segundo en la powerstage.
El fin de semana de Toyota estuvo empañado por la mala suerte, con Elfyn Evans y Takamoto Katsuta enfrentando problemas importantes. Evans sufrió una falla del turbo en la primera etapa, perdiendo un tiempo significativo, mientras que Katsuta rompió una rueda de su coche tras un error en las notas de ritmo. Con el accidente de Ogier, las esperanzas de Toyota descansaban en Evans, quien terminó fuerte en la powerstage pero lejos de la contienda por la victoria general.
En WRC2, Sami Pajari hizo historia al ganar en un desempate tras un final emocionante contra Robert Virves. Ambos pilotos terminaron con tiempos generales idénticos, pero Pajari fue declarado ganador por su rendimiento más rápido en la etapa de apertura. “Es un gran alivio”, dijo Pajari, reconociendo la dura batalla. Virves, a pesar de perder, felicitó amablemente a Pajari, señalando que la victoria fue bien merecida.
El Rally Acrópolis fue una dura prueba de resistencia, con terrenos difíciles y fallos mecánicos que definieron el fin de semana. La conducción calculada de Neuville y el desafortunado accidente de Ogier remodelaron el panorama del campeonato, dejando a los aficionados ansiosos por ver cómo se desarrollará la lucha por el título en las rondas restantes.