A medida que los motores rugen para la temporada de Fórmula 1 2025, Red Bull se encuentra al borde de la incertidumbre. Fuentes internas sugieren que el coche de esta temporada puede no estar preparado para el mismo nivel de éxito, lo que genera preocupación de que su reinado en la cima podría estar en peligro.
Max Verstappen, a pesar de haber conseguido un cuarto título consecutivo de pilotos la temporada pasada, supuestamente luchó con problemas de manejo durante las pruebas. Aunque marcó el cuarto tiempo más rápido, murmullos internos apuntan hacia subviraje en las curvas lentas y sobreviraje en las secciones de alta velocidad, lo que hace que el coche sea errático y difícil de controlar.
Una reciente exposición de Autosport revela la profundidad de la preocupación dentro de las filas de Red Bull. La principal preocupación gira en torno a la respuesta del coche RB21 a los cambios de configuración. La falta de respuesta del coche ha sido descrita como «alarmante», proyectando una sombra sobre la preparación del equipo para competir por los campeonatos.
La responsabilidad de diseñar un coche equilibrado y flexible para 2025 recayó en Pierre Wache, el jefe técnico de Red Bull, tras el traslado de Adrian Newey a Aston Martin. Su misión era ingenierizar un coche que satisficiera las necesidades tanto de Verstappen como del recién llegado Liam Lawson, quien entra para llenar los zapatos de Sergio Pérez después de una temporada 2024 decepcionante.
Sin embargo, los primeros comentarios sugieren que Red Bull puede haber subestimado su objetivo. El equipo cubrió menos vueltas que cualquier otro durante las pruebas de pretemporada en Bahréin, un indicador preocupante para un equipo que busca mantener su posición en la cima. Los competidores McLaren, Ferrari y Mercedes han registrado tiempos competitivos, dejando la posición de Red Bull poco clara a medida que se acerca el Gran Premio de Australia.
Las dificultades de Pérez con el RB20 la temporada pasada fueron ampliamente criticadas. Ahora, parece que esas preocupaciones estaban bien fundamentadas, ya que Verstappen enfrenta problemas similares con el modelo mejorado.
Añadiendo a la creciente pila de preocupaciones de Red Bull están las nuevas regulaciones técnicas que apuntan a la aerodinámica flexible. Red Bull, después de expresar dudas sobre los diseños de alerones de Ferrari y McLaren, logró presionar para establecer limitaciones en la flexibilidad del alerón trasero, que se aplicarán desde el inicio de la temporada. Sin embargo, los cambios en el alerón delantero no serán obligatorios hasta el Gran Premio de España de 2025, lo que podría obligar a Red Bull a revisar o incluso desechar diseños en los que ya han invertido.
Aunque Red Bull había esperado implementar ambos cambios a tiempo para Australia, ahora lidian con restricciones presupuestarias y de rendimiento. Si estos ajustes regulatorios nivelarán el terreno de juego aún está por determinarse, pero Verstappen y Lawson ciertamente lo esperan.
Mientras tanto, la FIA continúa investigando los alerones de Ferrari y McLaren. Sin embargo, con problemas de manejo no resueltos y el tiempo corriendo, la recuperación de Red Bull puede requerir más que solo la intervención de la FIA.
A medida que comienza la temporada final bajo las regulaciones actuales, la presión aumenta sobre Red Bull para superar sus obstáculos a principios de temporada. Si fallan, arriesgan entregar su corona a rivales ansiosos que esperan en las sombras. El mundo de la Fórmula 1 espera con la respiración contenida lo que deparará la temporada 2025.