La Fórmula 1 no es ajena a momentos de alta presión, temperamentos ardientes y explosiones de adrenalina. Pero ahora, la FIA está frenando las groserías, implementando multas masivas—comenzando en €40,000—e incluso insinuando posibles prohibiciones de carrera para los reincidentes.
Alex Albon de Williams y Carlos Sainz, que se dirige a Ferrari, no están dispuestos a aceptarlo.
Albon: “No Queremos Control Excesivo”
Con Williams presentando su FW47 2025 en Silverstone, se le preguntó a Albon sobre la postura intensificada de la FIA respecto a la profanidad. El piloto tailandés-británico no se contuvo.
“Por supuesto, creo que merecemos opinar sobre nuestras propias cosas,” dijo Albon. “No queremos este control excesivo sobre nuestras propias opiniones. No creo que ningún deporte tenga eso.”
Sus comentarios vienen a raíz de la sentencia de servicio comunitario forzado de Max Verstappen por maldecir en una conferencia de prensa del GP de Singapur, y de la alta multa de Charles Leclerc por una ofensa similar en México. La decisión de la FIA de aumentar las penalizaciones en 2025 ha dejado a los pilotos cuestionándose hasta dónde llegará el organismo regulador en la regulación del discurso.
Sainz: “Los Pilotos Deberían Controlarse—Pero No en el Calor de la Batalla”
Carlos Sainz, conocido por su enfoque tranquilo, reconoció que los conductores deben mantenerse compuestos en entornos públicos, especialmente frente a audiencias más jóvenes.
“Estoy a favor de que hagamos un esfuerzo cuando todos los niños nos están mirando en una conferencia de prensa o frente a los medios para al menos tener un buen comportamiento y un vocabulario decente,” dijo Sainz. “Creo que eso no es muy difícil.”
Sin embargo, ¿qué sucede dentro del coche? Esa es una historia diferente.
Sainz fue rápido en defender el derecho de los conductores a la emoción cruda mientras compiten a 200 mph.
“¿Creo que esto es demasiado para la comunicación por radio? Sí,” argumentó. “Para mí, eso es una parte fundamental del deporte donde ustedes pueden ver la verdadera emoción, la verdadera presión, y, desafortunadamente, el vocabulario de un piloto de carreras.”
¿Su punto? Mientras el lenguaje no esté dirigido a individuos o destinado a ser ofensivo, las emociones del momento deben permanecer sin filtros.
“Créeme, no querrás poner un micrófono dentro de un campo de fútbol y escuchar lo que dicen los jugadores,” agregó. “Esa es una situación equivalente.”
Próximo movimiento de la FIA: ¿Prohibir las transmisiones por radio?
El presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem incluso ha sugerido cerrar las transmisiones de radio por completo para evitar que se emitan groserías en vivo. Pero, ¿eso quitaría a la F1 su autenticidad?
El jefe de Williams, James Vowles, ciertamente así lo piensa.
“Cuando estás en el coche bajo presión, es normal esperar que cualquier humano reaccione de esa manera,” explicó Vowles. “Estás arriesgando tu vida al máximo.”
¿Su opinión? Mantener las cosas profesionales fuera del coche, pero no desinfectar el deporte hasta el punto de que pierda su pasión.
El Veredicto: Una Lucha por la Autenticidad
Si bien los pilotos de F1 no están luchando por el derecho a maldecir en el podio, están defendiendo su libertad de expresar emociones crudas en el calor de la batalla. El empuje de la FIA por una censura más estricta podría limpiar las ondas de radio, ¿pero a qué costo?
Si la F1 elimina el elemento humano, ¿seguirán los aficionados sintiéndose conectados con el drama, las rivalidades y la intensidad sin filtros que hace que este deporte sea eléctrico?