El último drama de la temporada de Fórmula 1 se intensificó en Sao Paulo, pero esta vez no fue en la pista, sino bajo los neumáticos. Red Bull Racing provocó una investigación técnica tras expresar preocupaciones de que algunos equipos de F1 podrían estar inyectando agua en los neumáticos para manipular el rendimiento. Sin embargo, el Director de Motorsport de Pirelli, Mario Isola, informa que no se ha encontrado evidencia clara de tales tácticas.
Las sospechas de Red Bull surgieron a medida que se desarrollaba el fin de semana del GP de Sao Paulo, con los rivales McLaren y Ferrari planteando una competencia seria para el ritmo de carrera previamente dominante de Red Bull. La especulación giró en torno a un posible juego sucio, con la teoría de que los equipos podrían estar enfriando los neumáticos al inyectar agua, lo que llevó a Red Bull a solicitar a la FIA que investigara.
Pero según Isola, no ha habido evidencia concluyente: “No puedo ver nada extraño en los datos que tenemos. No tengo ninguna evidencia. Ahora depende de la FIA decidir qué hacer.” Pirelli ha prometido apoyo si la FIA necesita más asistencia, pero señala que hasta ahora, los datos parecen limpios. Las inspecciones post-carrera de la FIA en Interlagos también encontraron que no había infracciones, ya que todos los neumáticos de la parrilla cumplían con las regulaciones.
Christian Horner de Red Bull se mantuvo reservado sobre si el ritmo más fuerte del equipo en el Sprint y GP de Sao Paulo podría estar relacionado con la investigación de la FIA, respondiendo solo con un “Sin comentarios.” Por otro lado, Fred Vasseur de Ferrari desestimó la teoría, argumentando que los equipos generalmente se centran en eliminar la humedad en lugar de añadirla a los neumáticos.
El supuesto método de inyección de agua, aunque teóricamente simple, conlleva un gran riesgo: presiones de neumáticos más altas. Isola señaló: “Tienes una válvula—y simplemente pones agua dentro. ¿Pero el efecto? Pierdes el control de la presión porque el vapor dentro aumenta la presión del neumático de manera impredecible.” Esta técnica, si es que existe, podría poner en peligro la estabilidad del neumático y el control del conductor—una apuesta que la mayoría de los equipos evitarían, especialmente con una supervisión regulatoria estricta.
De vuelta en Singapur, surgieron rumores cuando se vio humedad en los bordes de las ruedas de Ferrari, avivando el fuego. Sin embargo, como explica Isola, las regulaciones de la FIA sobre neumáticos son claras: cualquier manipulación de la composición del neumático está estrictamente prohibida, incluyendo cualquier intento de añadir o alterar gases dentro de los neumáticos. Según Isola, Pirelli llena los neumáticos con aire seco antes de entregarlos a los equipos, de acuerdo con las regulaciones, asegurando que no haya ventajas ocultas.
A pesar de la especulación, Pirelli y la FIA insisten en una cosa: sin evidencia clara, no hay ninguna infracción que abordar.