En una crítica contundente de las medidas de seguridad actuales en el Campeonato Mundial de Rally (WRC), el ocho veces campeón Sébastien Ogier ha pedido una revisión completa de las controvertidas chicanas virtuales introducidas para frenar los autos en etapas de alta velocidad. La crítica de Ogier llega después de su experiencia de primera mano con el sistema durante el reciente Rally de Finlandia Secto, donde argumentó que la tecnología basada en GPS está lejos de ser confiable y plantea riesgos significativos para la seguridad.
Chicanas Virtuales: ¿Un Sistema Defectuoso en los Rallys de Alta Velocidad?
El concepto de chicanas virtuales se introdujo en el WRC como un método para reducir las velocidades promedio en algunas de las etapas más peligrosas del campeonato. A diferencia de las chicanas tradicionales, que implican obstáculos físicos que los conductores deben sortear, las chicanas virtuales requieren que los conductores reduzcan la velocidad a una velocidad designada dentro de una zona específica, monitoreada por un sistema de GPS. El objetivo es mantener el desafío del recorrido mientras se reduce el riesgo de accidentes a alta velocidad.
Sin embargo, Ogier, un veterano del deporte con más de una década de experiencia, ha planteado serias preocupaciones sobre la efectividad y la seguridad de este sistema. «La chicana no es precisa, no es precisa en absoluto», declaró Ogier, criticando el monitoreo basado en GPS como poco confiable. Señaló que los conductores se ven obligados a desviar su atención de la carretera para verificar su velocidad en el tablero, una distracción que podría llevar a situaciones peligrosas en las condiciones ya peligrosas de las carreras de rally.
El Debate Sobre la Precisión: GPS vs. Radar
La principal objeción de Ogier con las chicanas virtuales es el uso del GPS para medir la velocidad del vehículo. Él argumenta que las inexactitudes inherentes de la tecnología GPS lo convierten en una herramienta poco confiable para una tarea tan crítica. «Frenas, frenas, y solo esperas a que esta señal estúpida active las cosas», lamentó Ogier, describiendo la frustrante experiencia de tratar de cumplir con los requisitos de la chicana.
En contraste, Ogier aboga por un sistema utilizado en rallies nacionales finlandeses, donde se utilizan pistolas de radar, similares a las utilizadas por la policía, para medir la velocidad de los vehículos. Según Ogier, este método ofrece un mayor grado de precisión y consistencia. Eventos finlandeses como Itäralli han implementado con éxito chicanas virtuales basadas en radar, donde un oficial opera el radar y un letrero visible muestra la velocidad del vehículo al conductor, asegurando claridad y precisión.
Henrik Frank, ejecutivo deportivo de rally de AKK, apoya la postura de Ogier, señalando que el sistema basado en radar ha funcionado bien en eventos nacionales finlandeses. «Solo hemos utilizado chicanas virtuales en dos ocasiones en eventos nacionales finlandeses, y en ambas ha habido radar (operado por un oficial) y una pantalla que muestra la velocidad real para los competidores», explicó Frank. Él cree que este método es más «amigable para los competidores» y proporciona una medida más precisa de cumplimiento.
Las Divergentes Opiniones sobre la Seguridad y la Implementación
A pesar de las fuertes críticas de Ogier, la FIA ha defendido su elección del sistema basado en GPS, citando su capacidad para monitorear la velocidad del vehículo en tiempo real y hacer cumplir los límites de velocidad al instante. Xavier Mestelan-Pinon, director técnico y de seguridad de la FIA, reconoció los desafíos, pero enfatizó que el sistema de GPS ofrece una aplicación integral en una zona designada, algo que los sistemas de radar no pueden proporcionar. «Si bien las pistolas de velocidad son precisas, requieren intervención humana y el resultado debe notificarse de alguna manera al automóvil, lo que es prácticamente más complejo de implementar», dijo Mestelan-Pinon.
La FIA también ha considerado sistemas alternativos, como la notificación de velocidad con «cara feliz/cara triste», pero los encontró menos efectivos que el monitoreo por GPS. La organización sigue abierta a explorar mejoras, pero mantiene que el sistema actual es la solución más práctica por el momento.
Opiniones de los conductores y el futuro de las chicanas virtuales
Sébastien Ogier no está solo en su insatisfacción con el actual sistema de chicanas virtuales. Lauri Joona, competidor de WRC2, quien tiene una amplia experiencia con chicanas virtuales en varios rallies, incluyendo el Itäralli de Finlandia y el Rally Roma di Capitale en el ERC, hizo eco de las preocupaciones de Ogier. Joona señaló que si bien las chicanas virtuales pueden ser aceptables cuando las chicanas físicas no son factibles, la precisión del sistema actual deja mucho que desear. «El sistema debería ser un poco más preciso», comentó Joona, enfatizando que la intención detrás de las chicanas virtuales es garantizar la uniformidad en la reducción de la velocidad, lo cual se ve comprometido actualmente por las inexactitudes del GPS.
Ambas opiniones de Ogier y Joona sugieren un consenso creciente entre los pilotos de que, si bien el concepto de chicanas virtuales tiene mérito, la implementación necesita una refinación significativa. La dependencia de la tecnología GPS, si bien conveniente, puede no ser suficiente para el mundo de las carreras de rally, donde la precisión y la seguridad son primordiales.
¿Escuchará el WRC a sus pilotos?
A medida que el WRC continúa evolucionando, el debate sobre las chicanas virtuales destaca un problema más amplio de equilibrar la seguridad con la competencia. La propuesta de Sébastien Ogier de cambiar a sistemas basados en radar, que han demostrado ser efectivos en rallies nacionales, plantea preguntas importantes sobre el futuro de estas medidas de seguridad en la serie de rallies más exigente del mundo.
Por ahora, la FIA se mantiene firme en su sistema basado en GPS, pero con pilotos de alto nivel como Ogier presionando por un cambio, la presión para reconsiderar podría llevar a ajustes significativos en un futuro cercano. Si la organización atenderá estas llamadas aún está por verse, pero una cosa es segura: la seguridad y la integridad del deporte dependen de tomar decisiones acertadas.
Foto de Instagram de Sébastien Ogier