En un emocionante enfrentamiento en el Indy 500, Pato O’Ward desata una tormenta de acusaciones contra Marcus Ericsson, afirmando que el piloto sueco «se ahogó» y le costó la victoria en la icónica carrera. O’Ward, partiendo desde la primera fila en su No. 5 Arrow McLaren, tenía grandes esperanzas de conseguir el Trofeo Borg-Warner, pero tuvo que conformarse con el cuarto lugar. El piloto mexicano observó con frustración cómo Alex Palou superaba a Ericsson con 14 vueltas restantes, un movimiento que finalmente aseguró la victoria de Palou en la carrera.
Mientras Ericsson explicaba su perspectiva, admitiendo que tuvo dificultades con el aire sucio y cuestionando sus acciones durante el momento crucial, O’Ward no tardó en criticar el desempeño de Ericsson. Sugirió que Ericsson podría haber tomado diferentes acciones para evitar que Palou se apoderara del liderazgo, proporcionando a los aficionados un final más intenso.
Expresando su decepción con la calidad general de la carrera en el Indy 500, O’Ward calificó el evento de «patético» y por debajo de los estándares esperados. Criticó a los pilotos inexpertos en la parte delantera durante los reinicios, comparando la situación con jugar a la ruleta en un casino donde los resultados estaban determinados por la suerte en lugar de la habilidad.
A pesar de su frustración, O’Ward logró asegurar un respetable cuarto lugar, marcando su quinto final entre los seis primeros en seis apariciones en el prestigioso evento. Sin embargo, la codiciada victoria en el «Gran Espectáculo de las Carreras» sigue eludiéndolo.
Las ardientes acusaciones y el descontento de O’Ward añaden una capa de drama a un ya intenso Indy 500, preparando el escenario para más rivalidades y enfrentamientos en las próximas carreras de la temporada.