La comunidad de NASCAR sigue dividida mientras se desarrolla la demanda presentada por 23XI Racing y Front Row Motorsports (FRM) contra el organismo sancionador del deporte. Alegando prácticas monopolísticas, la demanda desafía el control de NASCAR y busca asegurar más poder e influencia financiera para los equipos. Sin embargo, Rick Mast, un ex piloto de NASCAR de la era dorada del deporte, ha lanzado una bandera de precaución sobre las ambiciones de la alianza.
Hablando en el canal de YouTube de Kenny Conversation, Mast detalló sus preocupaciones sobre la batalla legal y por qué se posiciona del lado de NASCAR. Si bien reconoce los méritos de la demanda, Mast advierte que 23XI y FRM deberían moderar sus expectativas.
“No Esperes Demasiado” – La Historia de Precaución de Mast
Mast, un veterano del circuito de NASCAR durante sus años de auge, cree que las esperanzas de la alianza por un cambio sísmico en la estructura del deporte están mal ubicadas.
“Entiendo todo esto; entiendo lo que 23XI y Front están tratando de hacer. Están tratando de conseguir más dinero para los equipos de carreras y algunas cosas, como un poco más de poder y más control, y eso nunca sucederá, ¿de acuerdo?”
Mast explicó que, aunque el sistema de charter no puede ser perfecto, es mucho mejor que el entorno volátil que los equipos enfrentaban durante su época. Sin charters, los equipos corrían el riesgo de perder carreras y patrocinadores, lo que llevaba a su colapso. La introducción del sistema de charter proporcionó estabilidad e incluso un valor a largo plazo para la propiedad del equipo.
La Realidad de la Estructura de NASCAR
Para Mast, las demandas más amplias de la demanda—otorgando a los equipos más influencia o control sobre las operaciones de NASCAR—son simplemente poco realistas.
“No teníamos una red. Perdimos muchos patrocinadores porque los equipos no lograban clasificar para las carreras. Esta cosa (los charters) llegó para proteger a los equipos, realmente proteger a los patrocinadores, pero proteger a los equipos, y uno de los beneficios secundarios era que se suponía que debía dar a los propietarios de equipos un valor de cielo azul para sus equipos.”
Desde la perspectiva de Mast, el sistema de charter ofrece protecciones que los equipos de su época solo podían soñar. Al garantizar lugares en la parrilla y valor de reventa, el sistema estabiliza las finanzas para los propietarios de equipos—un lujo que él y sus contemporáneos nunca disfrutaron.
Un Paisaje de NASCAR en Cambio
Mast también tocó las realidades económicas actuales que enfrenta NASCAR. A diferencia de la época dorada de los años 90 y principios de los 2000, el deporte ya no atrae el mismo nivel de dinero en patrocinios ni el mismo compromiso de los aficionados. Este cambio impone una presión financiera adicional sobre los equipos, pero Mast argumentó que la pasión, no las ganancias, siempre ha impulsado el espíritu competitivo de NASCAR.
“Lo entiendo desde esa perspectiva, y los propietarios no están obteniendo ganancias. No puedes ganar dinero haciéndolo; ¿por qué demonios lo haces? Bueno, mucha gente lo hace porque lo ama.”
Un Llamado a la Adaptación
Si bien los comentarios de Mast reflejan los sentimientos de muchos pilotos veteranos, los críticos argumentan que NASCAR debe evolucionar para sobrevivir. Los días de acuerdos de patrocinio garantizados y gradas llenas han quedado atrás, y los equipos están sintiendo la presión. A medida que NASCAR consolida el control sobre las piezas de los coches y obtiene ingresos significativos de los derechos de los medios, los equipos se sienten rezagados en el ecosistema financiero del deporte.
Para 23XI y FRM, esta demanda se trata de asegurar una porción más justa del pastel. Si bien Mast reconoce sus frustraciones, advierte que la estructura centralizada de NASCAR puede limitar cuánto cambio pueden lograr de manera realista.
El Camino por Delante
Los comentarios de Mast destacan la división generacional dentro de la comunidad de NASCAR. Para los veteranos, el sistema de charter representa un progreso. Para equipos más nuevos como 23XI, aún no es suficiente para prosperar en un mundo en cambio.
En última instancia, la advertencia de Mast a Denny Hamlin, Michael Jordan y el campamento de FRM es clara: prepárense para la decepción. La estructura de NASCAR, profundamente arraigada en el control centralizado, no es probable que se doblegue fácilmente, incluso frente a la presión legal. A medida que avanza la demanda, el mundo de las carreras observa para ver si este desafío sin precedentes puede reescribir el libro de reglas, o si simplemente reforzará el status quo.