Durante 76 años, NASCAR ha evolucionado de una serie de carreras de base a un gigante global de los deportes de motor. Guiado por la familia France, el deporte se ha transformado en una empresa multimillonaria, completa con un acuerdo de derechos de medios de $7.7 mil millones y campañas de marketing de alto perfil como la serie documental “NASCAR: A Toda Velocidad”. Pero esta rápida comercialización no ha estado exenta de críticas, sobre todo de “El Rey” mismo, Richard Petty.
El Legado de Petty y los Días Más Simples de las Carreras
Richard Petty, un campeón de la Copa Series en siete ocasiones y ganador de 200 carreras, es una leyenda indiscutible de NASCAR. Sus logros se dieron durante una época en la que el deporte era más simple—más sobre carreras y menos sobre patrocinadores, apariciones en medios y la imagen de marca.
En un reciente video de Petty Family Racing, el ícono de 86 años reflexionó sobre cómo ha cambiado NASCAR desde su época dorada:
“Es simplemente un mundo diferente allá afuera… Cuando solíamos correr y eso, era más un deporte, y la gente lo veía como un deporte.”
Los comentarios de Petty hablan de una era pasada cuando los pilotos eran juzgados únicamente por su rendimiento en la pista. En su época, las acaloradas disputas como la pelea de la Daytona 500 de 1979 entre Cale Yarborough y los hermanos Allison no requerían disculpas públicas ni declaraciones elaboradas para la aprobación de los patrocinadores. Los pilotos eran libres para competir—y a veces pelear—sin preocuparse por las repercusiones de relaciones públicas.
El Cambio a una Era Comercial
La comercialización de NASCAR comenzó a tomar impulso en la década de 1990, con grandes marcas como Kellogg’s, Tide y Corn Flakes uniéndose al juego. Para 2024, los patrocinios se convirtieron en la savia vital del deporte, dictando no solo la estabilidad financiera de los equipos, sino también el comportamiento de los pilotos. Se espera que los corredores de hoy sean más que atletas—son embajadores de marca que representan a sus patrocinadores dentro y fuera de la pista.
Petty destacó la presión que esto ejerce sobre los pilotos modernos:
“Ahora, se ha vuelto tan comercial que incluso los pilotos… tienen que hacer apariciones. Tienen que ser impecables… para no avergonzar a los patrocinadores.”
El Futuro Centrado en el Piloto de NASCAR
En un esfuerzo por profundizar el compromiso de los aficionados y monetizar aún más a sus pilotos, NASCAR planea introducir una estrategia de marketing centrada en los pilotos en 2025. A través de una aplicación propietaria, se ofrecerán incentivos financieros a los pilotos—que van desde decenas de miles hasta $1 millón—por participar en actividades promocionales como entrevistas en podcasts, apariciones en medios y campañas en redes sociales.
El COO de NASCAR, Steve O’Donnell, explicó la razón detrás del cambio:
“Los pilotos reconocen que este es un negocio impulsado por patrocinadores. Cuantos más patrocinadores podamos atraer, y cuantas más miradas, será genial para el deporte, y, en última instancia, genial para ellos también.”
La estrategia se extenderá más allá de la Cup Series para incluir Xfinity, Craftsman Truck y carreras de base, con el objetivo de construir conexiones más personales entre los aficionados y los pilotos. La instalación de producción de NASCAR, ubicada en Charlotte, liderará el proyecto, proporcionando contenido detrás de cámaras que muestre la vida de los pilotos fuera de la pista.
El Costo de la Comercialización
Aunque la nueva dirección de NASCAR parece progresiva, también plantea preguntas sobre el costo de tal comercialización. Los pilotos, que ya están lidiando con agotadoras agendas de carreras, ahora enfrentan una presión creciente para conformarse a la imagen curada de NASCAR. Al dictar con qué medios interactúan los pilotos, el deporte corre el riesgo de erosionar la autenticidad que los aficionados han valorado durante décadas.
Richard Petty, quien construyó su leyenda exclusivamente en las carreras, probablemente se opondría a la idea de recibir una lista de obligaciones de marketing. La libertad que definió su era ha sido reemplazada por narrativas cuidadosamente controladas diseñadas para maximizar el atractivo de los patrocinadores.
Equilibrando las Carreras y la Marca
El enfoque en la marca y el patrocinio no es inherentemente malo; es la realidad de los deportes de motor modernos. Pero a medida que NASCAR estrecha su control sobre las actividades de los pilotos, corre el riesgo de alienar a los fanáticos de toda la vida que anhelan la energía cruda y no guionada de los días dorados de las carreras.
El sentimiento de Petty es compartido por los fanáticos que ven el creciente enfoque comercial del deporte como una espada de doble filo. Si bien iniciativas como “NASCAR: A Toda Velocidad” y los acuerdos de medios multimillonarios expanden el alcance del deporte, también lo alejan más de sus raíces.
Una Nueva Era, ¿pero a Qué Costo?
La era de drama de carreras sin filtros de Richard Petty puede estar desvaneciéndose, pero su crítica sirve como un recordatorio de lo que hizo grande a NASCAR en primer lugar: su autenticidad. A medida que el deporte se sumerge más en el marketing centrado en los pilotos y las asociaciones comerciales, debe encontrar una manera de equilibrar sus ambiciones financieras con la pasión sin adornos que ha llevado a los fanáticos a las gradas durante generaciones.
Si bien el futuro de NASCAR es indudablemente brillante, la pregunta sigue siendo: ¿puede evolucionar sin perder su esencia? Si las reflexiones de Richard Petty nos dicen algo, es que las carreras deben seguir siendo el corazón del deporte, sin importar cuán grande se vuelva la marca.