Un quinto de la parrilla de Fórmula 1 estuvo dedicado a pilotos novatos en la FP1 del Gran Premio de México, brindando a los talentos emergentes una oportunidad dorada para mostrar sus habilidades. Con Kimi Antonelli, Ollie Bearman, Pato O’Ward, Felipe Drugovich y Robert Shwartzman en acción, cada uno enfrentó desafíos únicos mientras ganaban experiencia valiosa. Aquí hay un desglose de cómo les fue el viernes:
Kimi Antonelli (Mercedes)
Después de un debut de alta presión en Monza, Kimi Antonelli de Mercedes abordó su segunda sesión de F1 con una mentalidad más contenida, enfocándose en vueltas limpias. «No quería correr riesgos, solo quería una sesión limpia para entender el coche y los neumáticos”, dijo Antonelli. Con el W14 de Lewis Hamilton, el joven de 18 años tuvo un susto temprano al pasar sobre escombros, causando daños menores en el fondo y una bandera roja.
La sesión de Antonelli se centró en carreras más largas con neumáticos duros, tomando tres vueltas rápidas y adaptándose a la pista desconocida. Antonelli tuvo dificultades con las velocidades en medio de las curvas y los puntos de frenado, como destacó el ingeniero Pete Bonnington por radio del equipo. Con un cambio a neumáticos blandos en los últimos 13 minutos, Antonelli marcó un tiempo de 1:19.200s, a 1.202s del ritmo, comentando que se sorprendió por el aumento de agarre de los blandos. Después de un inicio de práctica, Antonelli concluyó con una actuación sólida que mostró disciplina y promesa, dejando atrás su percance en Monza.
Ollie Bearman (Ferrari)
El joven talento de Ferrari, Ollie Bearman, tenía altas expectativas puestas sobre él, pero una colisión con Alex Albon frustró sus esperanzas de una sesión tranquila. Las vueltas iniciales de Bearman fueron productivas, completando pruebas aerodinámicas con neumáticos duros, pero la colisión con el Williams de Albon dejó su coche dañado y su sesión se vio interrumpida. El incidente generó confusión, ya que la comunicación por radio de Ferrari parecía inadecuada, dando a Bearman una advertencia mínima sobre la aproximación de Albon.
La reacción incrédula de Bearman—“Él me golpeó… No sé qué más podría haber hecho”—capturó su desconcierto, y los comisarios finalmente coincidieron en que no fue su culpa. A pesar de la interrupción, la madurez de Bearman bajo presión destacó su preparación para afrontar las rigurosas demandas de la F1.
Pato O’Ward (McLaren)
El favorito del público mexicano, Pato O’Ward, se subió al McLaren de Lando Norris para FP1, trayendo una ola de apoyo local. Encargado de recopilar datos en lugar de forzar los límites, O’Ward completó 21 vueltas, colocándose 13º en la general y a solo 0.337s de su compañero de equipo Oscar Piastri. Bajo estrictas instrucciones de priorizar la información sobre la velocidad, O’Ward mostró moderación, explicando: “Si intentas ir demasiado rápido, gritaré,” según las advertencias de su ingeniero.
A pesar de estar limitado por la precaución, O’Ward entregó los datos que McLaren necesitaba, y su sesión fluida fue un tributo a su adaptabilidad y profesionalismo. Tan cerca como puede estar de una carrera “en casa”, la carrera disciplinada de O’Ward tuvo al público de pie, apoyando con entusiasmo a su estrella de IndyCar.
Robert Shwartzman (Sauber)
El FP1 de Shwartzman en Sauber estuvo marcado por dos interrupciones por bandera roja, complicando sus pruebas aerodinámicas. Aunque Shwartzman empujó con fuerza, recibió una penalización de cinco lugares en la parrilla que nunca cumplirá por adelantar a Yuki Tsunoda bajo bandera amarilla. Un mal funcionamiento del DRS durante su vuelta rápida dejó a Shwartzman con un mejor tiempo de 1.990s fuera del ritmo, sintiendo que perdió la oportunidad de superar sus límites.
A pesar de estos contratiempos, la confianza de Shwartzman en el coche brilló: “Podríamos haber hecho una vuelta realmente buena con él.” Con sus limitadas salidas en F1, Shwartzman sigue enfocado en perfeccionar su conjunto de habilidades a pesar del tiempo restringido en pista.
Felipe Drugovich (Aston Martin)
Felipe Drugovich, el piloto reserva de Aston Martin y campeón de F2 en 2022, enfrentó una dura sesión de FP1 mientras luchaba con un coche conocido por sus peculiaridades en el manejo. Aunque igualó el ritmo de su compañero de equipo Lance Stroll cuando se ajustó por el tráfico, Drugovich tuvo problemas con el subviraje y un error crítico en el modo del motor que arruinó su mejor intento con neumáticos blandos.
Drugovich describió al Aston Martin como “un coche que está ‘encendido y apagado’,” encontrando difícil acostumbrarse a él. A pesar de ofrecer una actuación competente, Drugovich fue sincero sobre las limitaciones de las sesiones de FP1, sugiriendo que son demasiado cortas para permitir un desarrollo adecuado. Su frustración era evidente, ya que esta breve oportunidad parece poco probable que influya significativamente en su trayectoria profesional a largo plazo.
Estos novatos aportaron una energía única al FP1 de México, equilibrando la emoción de subirse a un coche de F1 con los desafíos de aprender bajo estrictas instrucciones. Mientras que la disciplina de Antonelli, la resiliencia de Bearman, el heroísmo local de O’Ward, el enfoque de Shwartzman y la franqueza de Drugovich destacaron las fortalezas de cada piloto, la sesión mostró los obstáculos que enfrentan los jóvenes conductores mientras navegan por el implacable paisaje de la Fórmula 1.