Mohammed Ben Sulayem ha lanzado una bomba antes de la temporada de Fórmula 1 2025, confirmando que la FIA introducirá “sangre nueva” y un sistema de directores de carrera rotativos, un cambio dramático en la forma en que el organismo regulador más poderoso del deporte operará.
Después de una caótica campaña de 2024 que vio el despido repentino del director de carrera Niels Wittich con solo tres carreras por disputar, el presidente de la FIA ha dejado claro que su organización avanza con múltiples funcionarios compartiendo las responsabilidades de dirección de carrera, una decisión controvertida pero calculada destinada a garantizar consistencia y estabilidad.
¿Pero funcionará? ¿O la Fórmula 1 se dirige hacia otra temporada de turbulencias relacionadas con la FIA?
Reforma en la Dirección de Carrera: ¿Una Temporada de Incertidumbre?
Durante años, la F1 ha luchado por reemplazar al fallecido Charlie Whiting, el querido y longevo director de carrera cuya muerte en 2019 dejó un vacío enorme en la gobernanza del deporte.
Desde entonces, la FIA ha cambiado de directores de carrera múltiples veces, incluyendo a Michael Masi, quien fue destituido tras el infame Gran Premio de Abu Dabi de 2021, y Wittich y Eduardo Freitas, quienes compartieron responsabilidades en 2023 antes de que Wittich asumiera el control total en 2024—solo para ser despedido sin ceremonias antes de que terminara la temporada.
En su lugar, Rui Marques, un exdirector de carrera de F2 y F3, fue impulsado al rol para las últimas tres carreras de 2024 mientras aún equilibraba sus responsabilidades en categorías inferiores. La decisión de la FIA de realizar un cambio de última hora sorprendió tanto a equipos como a pilotos, generando preocupaciones sobre la inestabilidad en el liderazgo en la cima del deporte.
Ahora, mientras la Fórmula 1 se dirige hacia 2025, Ben Sulayem ha confirmado que un equipo rotativo de oficiales supervisará la dirección de carrera, aunque los nombres y la estructura exactos siguen siendo un misterio.
“Quién y cuántos es una pregunta que conoceremos pronto, en los próximos días,” dijo Ben Sulayem a Marca.
“Pero seguro que habrá sangre nueva y habrá más de uno [director de carrera]—eso es seguro.”
Si bien el concepto de múltiples directores de carrera puede sonar lógico—asegurando que siempre haya un respaldo en caso de emergencias—los equipos de F1 ya están cautelosos respecto a los problemas de consistencia que podrían surgir.
Tener diferentes directores de carrera aplicando límites de pista, penalizaciones y procedimientos de coche de seguridad en diferentes fines de semana podría abrir la puerta a inconsistencias controvertidas, algo que ha atormentado la gobernanza de la F1 en los últimos años.
La FIA Bajo Fuego: Ben Sulayem Responde a los Críticos
Ben Sulayem no es ajeno a la crítica. Su manejo de las recientes controversias de la FIA, incluyendo inconsistencias regulatorias, disputas entre equipos e incluso las tensiones políticas en torno a la entrada de Andretti en la F1, ha pintado un blanco en su espalda.
La última reacción negativa surge tras la decisión de la FIA de separarse del comisario de carrera Johnny Herbert, citando un conflicto de intereses con su trabajo en los medios. Con aficionados y expertos de la F1 acusando a la FIA de mal manejo de su estructura interna, el jefe de motorsport emiratí fue rápido en defender su liderazgo.
“Es fácil culpar a la FIA,” declaró Ben Sulayem sin rodeos.
“Si algo me sucede mañana, la FIA continuará funcionando sin mí, así que esto tiene que ser un sistema. No se trata de individuos.”
¿Su mensaje? La FIA es más grande que cualquier persona, incluyendo a sus directores de carrera.
Pero esa lógica puede no ser bien recibida por los equipos y aficionados que anhelan transparencia y consistencia. Con la aplicación de las reglas siendo un tema candente en la moderna Fórmula 1, cualquier favoritismo percibido o inconsistencia en la arbitraje podría desencadenar una gran controversia a lo largo de la temporada 2025.
Debate sobre Diversidad: ¿Una Meritocracia o una Oportunidad Perdida?
Al discutir la reestructuración de la FIA, Ben Sulayem también rechazó la idea de contratar basándose en cuotas de diversidad, insistiendo en que solo el mérito y la pasión deberían dictar los nombramientos en la FIA.
“No tenemos mujeres porque tengamos que tomar el 30 por ciento. Tomamos mujeres sobre la base del mérito y la credibilidad porque son buenas,” explicó.
“Contratamos a personas no europeas de otros países porque son buenas, están capacitadas, tienen la pasión por competir—no porque tenga que tener este color, esta religión.”
Sus comentarios reflejan una posición firme contra el tokenismo, pero también corren el riesgo de alienar a quienes abogan por un entorno de motorsport más inclusivo. En los últimos años, la Fórmula 1 ha hecho grandes avances en la promoción de la diversidad, con iniciativas como We Race As One y programas que apoyan a las mujeres en el motorsport.
Si bien el argumento de Ben Sulayem se centra en asegurar que las contrataciones de la FIA se basen en la competencia, los críticos podrían interpretar su postura como resistencia al progreso, lo que podría ponerlo en desacuerdo con los objetivos más amplios de inclusión de la F1.
¿Qué significa esto para 2025: caos o estabilidad?
Con la temporada de F1 de 2025 acercándose rápidamente, el nuevo sistema de directores de carrera de la FIA estará bajo un intenso escrutinio desde el momento en que se apague la primera luz en Bahréin.
Aquí hay algunas cosas a tener en cuenta:
- ¿Pueden múltiples directores de carrera mantener la consistencia en la arbitraje? ¿O los equipos estarán furiosos por las diferentes interpretaciones de las reglas?
- ¿Cómo manejará la FIA las inevitables controversias a mitad de temporada? ¿Creará una estructura de liderazgo fragmentada más confusión en lugar de claridad?
- ¿Seguirá el liderazgo de Ben Sulayem dividiendo opiniones? ¿O la FIA finalmente recuperará la confianza de los equipos, pilotos y aficionados?
Una cosa es segura—la temporada 2025 pondrá a prueba a la FIA como nunca antes.
Por ahora, la Fórmula 1 entra en una nueva era de gobernanza, pero si es un paso hacia la estabilidad o el caos aún está por verse.