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El equipo de Fórmula 1 de Red Bull ha suspendido a una empleada que presentó una queja contra Christian Horner, la cual fue archivada después de una investigación. El mes pasado, la empresa matriz de Red Bull ordenó que un abogado externo llevara a cabo una investigación después de ser informada de las alegaciones hechas por una empleada de Red Bull Racing. A las puertas de la apertura de la temporada 2024 en Bahrein, Red Bull GmbH anunció que la queja había sido archivada. La demandante tiene derecho a apelar, y los informes que afirmaban que el plazo para una apelación había expirado eran imprecisos. Se deben emitir cartas legales antes de que cualquier acción adicional pueda ser tomada por ambas partes. Esto ocurrió a principios de esta semana, lo que llevó a la suspensión y permitió que la demandante buscara una apelación. Red Bull optó por mantener los detalles de la investigación confidenciales para proteger a aquellos que colaboraron. Hasta ahora, Horner ha hecho comentarios mínimos sobre el proceso o el resultado. La demandante continuó trabajando con el equipo, pero se reveló al comienzo de la segunda ronda de la F1 en Arabia Saudita que había sido suspendida con sueldo completo. Se cree que esta acción está relacionada con las conclusiones de la investigación. Por otro lado, Horner no fue suspendido por Red Bull durante la investigación y permaneció en su cargo de jefe de equipo y CEO. El resultado de la investigación garantizó su posición, aunque el equipo enfrentó un escrutinio intensificado debido a la filtración de presuntas evidencias 24 horas después de que Red Bull anunciara el archivo de la queja. La autenticidad de los mensajes en el dossier enviado a miembros senior de la F1 y a los medios no fue verificada, y ni Horner ni Red Bull confirmaron su veracidad. La falta de transparencia de la empresa matriz de Red Bull a lo largo del proceso ha dado lugar a especulaciones desenfrenadas desde que el asunto se hizo público hace más de un mes. La F1 y la FIA se involucraron, reuniéndose por separado con Horner y monitoreando de cerca la situación, preocupados de que pueda ser perjudicial para el campeonato. Sin embargo, ninguna de las organizaciones tomó medidas. Después del Gran Premio de Bahrein la semana pasada, Jos Verstappen, padre de Max Verstappen, esencialmente pidió la salida de Horner. Expresó preocupaciones de que Red Bull pudiera desintegrarse bajo el liderazgo de Horner y que la tensión causada por esta situación pudiera llevar al equipo a «explotar». Horner está programado para hablar el jueves durante la rueda de prensa de la FIA entre las dos sesiones de entrenamientos de la F1 en Jeddah.