En un movimiento agresivo durante el Gran Premio de Japón, McLaren intentó engañar a Red Bull con una estrategia falsa, pero Christian Horner de Red Bull vio a través de la artimaña, calificándola de absurda.
En el mundo de alto riesgo de la Fórmula 1, donde cada decisión puede hacer o deshacer una carrera, el intento estratégico de McLaren para engañar a sus rivales fracasó, ya que Red Bull se mantuvo imperturbable ante la comunicación engañosa por radio dirigida a Max Verstappen.
Durante la vuelta 18, el ingeniero de carrera de McLaren, Williams Joseph, contactó a Lando Norris por radio para que entrara a pits con instrucciones de adelantar a Verstappen, solo para cambiar de rumbo rápidamente momentos después, diciéndole a Norris que se quedara en la pista. Horner, el director del equipo Red Bull, vio la maniobra por lo que era: un farol para atraer a Verstappen a una parada temprana en pits.
Horner no se contuvo al criticar la táctica de McLaren, afirmando: «Estaba claro que McLaren había elegido hacer entrar a Norris primero a medida que nos acercábamos a las paradas en pits, pero antes de eso, jugaron un truco con Lando que no tenía sentido para nosotros porque habría salido en tráfico. Así que nos mantuvimos fieles a nuestro plan y no reaccionamos a la maniobra.» La decisión de Red Bull de mantenerse en su estrategia demostró ser vital, contribuyendo a la crucial victoria de Verstappen en Suzuka.
Los juegos mentales y las batallas estratégicas detrás de escena en la Fórmula 1 continúan añadiendo intriga a un deporte ya de por sí intenso, donde cada equipo está dispuesto a hacer grandes esfuerzos para obtener una ventaja competitiva.