Red Bull Racing se encontró en el centro de atención durante el fin de semana del Gran Premio de EE. UU. 2024 en Austin, con el escrutinio centrado en la ubicación de su ajustador de bib frontal—un componente que, si se usa incorrectamente, podría teóricamente permitir al equipo alterar la altura de la carrocería del coche de manera ilegal entre la clasificación y la carrera, violando estrictas condiciones de parc fermé. La FIA inicialmente selló el dispositivo en Austin y concluyó que no hubo juego sucio, pero la investigación no terminó ahí.
Los rivales McLaren y Mercedes, no convencidos por la evaluación inicial, instaron a la FIA a examinar más de cerca. En respuesta, la FIA visitó la fábrica de Red Bull en Milton Keynes para realizar una inspección más exhaustiva del ajustador, finalmente absolviendo al equipo de cualquier irregularidad.
En un comunicado oficial, la FIA explicó: “La FIA revisa e inspecciona regularmente la conformidad con los reglamentos técnicos, deportivos y financieros de los equipos de F1… este fenómeno se intensifica claramente en campeonatos donde puede haber una competencia más cercana por el premio máximo, como ha sido el caso en 2024.” El proceso del organismo rector permite a los equipos plantear preocupaciones sobre la conformidad de los competidores, especialmente cuando la batalla por el campeonato es feroz.
Mientras tanto, otra controversia surgió durante el fin de semana del Gran Premio de São Paulo, donde surgieron sospechas de que algunos equipos podrían estar enfriando sus neumáticos inyectando agua u otro fluido refrigerante con el gas de inflado—un enfoque que sería ilegal según los reglamentos de la FIA. La FIA respondió lanzando una investigación sobre estas afirmaciones también. Después de un análisis exhaustivo, la FIA no encontró evidencia que respaldara ninguna irregularidad relacionada con tácticas de enfriamiento de neumáticos.
En su declaración, la FIA dijo: “No se encontró evidencia que sugiera un comportamiento irregular,” añadiendo, “Consideramos ambos asuntos cerrados, pero continuaremos monitoreando la situación en detalle.”
A medida que la batalla por el campeonato se intensifica, el escrutinio de las prácticas técnicas de cada equipo continuará. Con estos problemas ahora resueltos, la FIA ha reafirmado su compromiso de hacer cumplir las regulaciones, asegurando un juego limpio para todos los equipos que compiten por el premio final en la Fórmula 1.