Max Verstappen, uno de los pilotos más dominantes de la Fórmula 1 de su generación, atribuye su incesante búsqueda del éxito a la firme pero esencial guía de su padre, Jos Verstappen. Reflexionando sobre su trayectoria desde un prodigio del karting relajado hasta convertirse en un campeón mundial en cuatro ocasiones, Verstappen revela cómo el amor duro de su padre le inculcó el enfoque y la determinación que lo definen hoy en día.
El enfoque directo de Jos Verstappen
Como un joven piloto de karting, el talento natural de Max era innegable, pero su actitud despreocupada no agradaba a su padre, un antiguo piloto de F1. Jos a menudo desafiaba el enfoque relajado de Max ante la presión, enfatizando la necesidad de una mentalidad ganadora.
“Esa siempre fue una discusión que tuve con mi papá cuando era niño,” compartió Verstappen. “Siempre tenía esta cosa que decía, ‘Sí, lo que sea, ya veremos.’ Mi papá decía, ‘¿Qué quieres decir con que ya veremos? Esa no es una actitud.’”
Esas lecciones tempranas dieron sus frutos, ya que Verstappen se ha convertido en sinónimo de enfoque y precisión. Reconoce que la dura mentoría de su padre fue un factor clave en la formación del piloto que es hoy. “También necesitaba ser empujado cuando era niño, y me alegra que mi papá hiciera eso porque me convirtió en el piloto que soy hoy,” dijo.
De prodigio del karting a creador de historia en F1
El meteórico ascenso de Verstappen en el automovilismo lo llevó a debutar en Fórmula 1 a la edad de solo 17 años, rompiendo récords y llamando la atención con su talento innato. Ahora, con 27 años, el actual campeón del mundo ha consolidado su lugar en la historia de la F1 con un cuarto título consecutivo en 2024. A pesar de su éxito sin igual, Verstappen se mantiene con los pies en la tierra gracias a las lecciones que le inculcaron durante sus años formativos.
Un exterior calmado, un competidor feroz
Aunque las apuestas son cada vez más altas, Verstappen mantiene una actitud tranquila y serena antes de las carreras. Atribuye esta mentalidad a mantenerlo centrado y a rendir al máximo. “Sé que cuando salto a un kart o a cualquier coche, una vez que me pongo el casco, estoy en ello – eso me mantiene cuerdo,” explicó Verstappen. “Solo estoy siendo muy relajado y tranquilo al respecto.”
El sueño padre-hijo realizado
La influencia de Jos Verstappen va más allá de la guía técnica; ayudó a forjar la fortaleza mental necesaria para sobresalir en el mundo de alta presión de la F1. Para Max, alcanzar el éxito junto a su padre es un sueño realizado. Pero el cuatro veces campeón no muestra signos de complacencia, permaneciendo tan hambriento como siempre por extender su dominio en el deporte.