Imagina el rugido de los autos de stock en una pista que anteriormente ha sentido las ruedas de las leyendas de la Fórmula 1. Este no es un episodio de crossover con Dale Earnhardt y Lewis Hamilton. En cambio, es la auténtica realidad: NASCAR se está preparando para invadir la Ciudad de México. Esta aventura no es solo un tímido intento de adentrarse en aguas internacionales, es un salto a toda velocidad.
Sin embargo, esta misión es más que solo otra carrera en un circuito. La logística es desalentadora, el tiempo es limitado y el margen de error? Prácticamente cero. Los equipos de NASCAR estarán corriendo de Michigan a Texas, cambiando vehículos, luego formando un convoy hacia México antes de regresar a Pocono Raceway. Es un rompecabezas logístico de 15 días con miles de piezas en movimiento, donde incluso el más pequeño desliz podría poner en peligro toda la operación.
La última vez que la Serie Xfinity rugió en México fue en 2008. Para la Serie Cup, esta será la primera carrera de puntos internacional en más de seis décadas. Esta atrevida aventura podría redefinir el futuro del deporte. Entonces, ¿cómo pretende NASCAR llevarlo a cabo? La respuesta es simple: tomando algunas pistas de la Fórmula 1.
La ética de NASCAR siempre ha girado en torno a la velocidad, la estrategia y el espectáculo. Sin embargo, extender una serie de autos de stock más allá de las costas de EE. UU. presenta un conjunto único de desafíos. Esto no es simplemente una prueba de habilidad de conducción, es una partida de ajedrez logística que exige precisión de grado militar. Para abordar esto, NASCAR se ha unido a Rock-It-Cargo, la misma compañía en la que la Fórmula 1 confía para transportar su equipo en todo el mundo. Con una rica historia en la gestión de complejas logística en motorsport, Rock-It-Cargo posee la experiencia para convertir este esfuerzo de alto riesgo en una realidad.
Rodrigo Sánchez, el Director de Marketing del Autódromo Hermanos Rodríguez, enfatizó la enormidad de este esfuerzo. Destacó las similitudes entre la logística de F1 y NASCAR, citando el transporte de carga esencial por aire y mar desde Veracruz a la Ciudad de México. El desafío principal sigue siendo el mismo: asegurar que todo llegue a la pista a tiempo, sin daños y listo para el día de la carrera.
Ben Kennedy, VP Senior de Desarrollo y Estrategia de NASCAR, expresó confianza en el proceso de planificación. Notó que tienen un plan derivado de cuando llevaron la Serie Xfinity a México hace aproximadamente 15 años, junto con información sobre la logística de F1. Esta planificación meticulosa ha resultado en un plan de transporte bien estructurado. Toda la operación, similar a una operación militar bien afinada, será descargada y montada en la pista para el viernes.
Esta iniciativa es un paso significativo en la estrategia de expansión global de NASCAR. A pesar de los desafíos, la emoción supera los obstáculos. Significa la dedicación de NASCAR a explorar nuevos mercados y adaptarse al panorama del automovilismo global. Cuando se baje la bandera de la carrera, no solo significará el inicio de una carrera, sino el comienzo de un capítulo histórico en el deporte.
Antes del evento monumental, las mayores estrellas de NASCAR, incluyendo a Chase Elliott y Christopher Bell, ya han comenzado una gira por la Ciudad de México. Quedaron impresionados por la instalación de carreras, que es un anfitrión habitual de las carreras de Fórmula 1. Aparte de apreciar el diseño de la pista, los pilotos también disfrutaron de delicias locales y participaron en acción al estilo WWE mexicano.
Esta iniciativa es más que solo una carrera; es una indicación de las ambiciones globales de NASCAR y su adaptabilidad. Cuando los motores rugen, marcará un momento histórico en la narrativa del deporte, preparando el escenario para una emocionante nueva era de carreras internacionales de NASCAR.