Los fabricantes de automóviles de lujo europeos, incluyendo Porsche y Aston Martin, han aumentado los precios de sus modelos en EE. UU., lo que podría allanar el camino para que otras marcas más grandes sigan la misma estrategia para hacer frente a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump.
Vale la pena señalar que EE. UU. y la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo comercial que impondrá un arancel del 15% a los automóviles fabricados en la UE a partir de agosto, un porcentaje inferior al que se proyectó inicialmente, pero muy por encima del 2.5% aplicado por EE. UU. antes de que Trump lanzara su ofensiva comercial tras su llegada a la Casa Blanca a principios de año.
Este miércoles, Porsche anunció un aumento de precios en EE. UU. que oscila entre el 2.3% y el 3.6%, sin planes, por ahora, de producir sus modelos en EE. UU., un movimiento que permitiría a la marca evitar aranceles sobre los automóviles importados.
«No es una tormenta que pasará», dijo Oliver Blume, CEO de Porsche, después de que la compañía redujera su objetivo de ganancias anuales y señalara una pérdida de 462 millones de dólares en aranceles en la primera mitad del año. «Seguimos enfrentando desafíos significativos en todo el mundo.»