El ritmo de Kalle Rovanperä en el Rally de Monte Carlo ha sido, en el mejor de los casos, desconcertante. Como el actual campeón del mundo de rally en dos ocasiones, las expectativas eran altas, pero hasta ahora, su GR Yaris Rally1 ha lucido lejos de su mejor versión amenazante en asfalto seco. Aunque ha logrado una victoria en una etapa, el prodigio finlandés ha pasado gran parte del rally rascándose la cabeza, particularmente con los neumáticos Hankook desconocidos en superficies secas.
Cerrando el sábado con un tiempo mediocre de quinto más rápido, la autoevaluación de Rovanperä fue tan contundente como siempre:
“Me encontré de nuevo, bastante lento. No tengo respuesta,” admitió.
¿Dónde se fue mal?
El problema radica en la preparación—o la falta de ella. El limitado rodaje en asfalto seco durante las pruebas dejó a Rovanperä y su equipo Toyota tratando de recuperar el tiempo perdido desde el principio. A diferencia de sus rivales, ha tenido que lidiar con la adaptación sobre la marcha, lo que no ha sido su fuerte este fin de semana.
“Depende mucho de lo que esté haciendo el clima,” dijo Rovanperä a los reporteros. “Pero, por supuesto, cómo ha sido el ritmo hoy, no creo que tengamos mucho que hacer. Depende de qué tipo de ritmo tengamos mañana.”
A pesar de sus palabras mesuradas, no se puede disimular su frustración. Sin embargo, es un testimonio de la madurez de Rovanperä que no ha parecido perdido. No ha olvidado cómo conducir rápido—sus dos títulos mundiales atestiguan eso. En cambio, se trata de encontrar el equilibrio y extraer rendimiento de condiciones desconocidas.
“Solo necesito conducir más rápido,” bromeó con una sonrisa irónica, subrayando su calma y confianza incluso en medio de las dificultades.
¿Es Esto una Debilidad?
No sorprende que el parque de servicio haya estado lleno de especulaciones. ¿Es el rendimiento tibio de Rovanperä un signo de vulnerabilidad? ¿Se ha dejado llevar por la complacencia el joven de 24 años tras títulos consecutivos?
Entra el compañero de equipo Elfyn Evans con una sonrisa comprensiva.
“No apostaría a que eso dure demasiado, conociendo a Kalle,” dijo el galés.
Las palabras cautelosas de Evans tienen peso. Rovanperä tiene la costumbre de recuperarse cuando menos se espera. Su capacidad para analizar, adaptarse y responder es inigualable entre sus pares. Es lo que separa a los campeones de los meros competidores.
Jugando a Largo Plazo
Las etapas finales del domingo pueden no traer un giro milagroso para Rovanperä, pero eso podría no importar. Un Monte menos que estelar podría prepararlo perfectamente para el Rally de Suecia, donde la posición en la carretera será crucial. Comenzar más atrás en etapas nevadas ofrece una ventaja significativa, y Rovanperä lo sabe.
La verdadera prueba de su temple llegará en Suecia, dentro de tres semanas. Para entonces, habrá tenido tiempo para digerir y recalibrar. Las heladas carreteras de Bygdsiljum, al norte de Umeå, proporcionarán una imagen más clara de si la caída de Rovanperä en Monte Carlo fue simplemente un caso aislado o un signo de desafíos más profundos.
Conclusión: Cuidado con el Silencioso Finn
La actuación de Kalle Rovanperä en Monte Carlo puede haber levantado cejas, pero descartarlo sería un error. Su comportamiento tranquilo y su pensamiento estratégico sugieren que ya está mirando más allá de Monte Carlo. Como insinuó Evans, no se trata de si Rovanperä se recuperará, sino de cuándo.
Los aficionados al rally y los rivales deben prestar atención a la advertencia: un Rovanperä silencioso es a menudo el más peligroso. Cuando llegue Suecia, el mundo puede volver a ser testigo de por qué es el rey reinante del rally.