Si en algún momento has utilizado el automóvil con el parabrisas agrietado, debes saber que las grietas que aparecen en los parabrisas de los vehículos, por pequeñas que sean, deben repararse lo antes posible, ya que las simples vibraciones y las variaciones de temperatura a las que están expuestos los vidrios son suficientes para empeorar el daño repentinamente. Y ahí es cuando pueden ocurrir muchas cosas malas. En primer lugar, el parabrisas roto puede resultar en una multa de hasta €250 euros, simplemente porque las autoridades consideren que el vehículo no ofrece las condiciones óptimas de visibilidad.
Además, la seguridad se ve afectada, ya que el funcionamiento eficaz de la bolsa de aire también depende del parabrisas. La mayoría de los sistemas se despliegan contra el vidrio delantero, y si este no ofrece la resistencia necesaria a la presión, el ocupante del vehículo está en peligro. Además, un parabrisas de automóvil roto compromete la estabilidad del vehículo en su conjunto, ya que una de sus principales funciones es proporcionar estabilidad al techo en caso de accidente», explican los expertos de Carglass.
Además, la presencia de grietas, astillas o deformaciones en el parabrisas que puedan afectar al campo de visión del conductor también resultan en un «rechazo» en las inspecciones periódicas obligatorias.