El monovolumen más popular de Opel, el Zafira, está celebrando sus 25 años. Fue en la primavera de 1999 cuando salieron de la línea de producción las primeras unidades del modelo que marcaría historia.
El monovolumen compacto con 4,32 metros de longitud, 1,74 metros de ancho y 1,68 metros de altura fue diseñado para la llamada construcción de bajo peso. La primera generación pesaba solo 1390 kg cuando fue lanzada, momento en el que la eficiencia era tan importante para Opel como lo es hoy en día.
Con un coeficiente de resistencia aerodinámica (Cx) de 0,33, el Zafira ofrecía el mejor rendimiento aerodinámico de su clase. Con un diseño limpio y una distancia entre ejes larga, combinaba elegancia y funcionalidad. Su bajo centro de gravedad y el chasis DSA (Dynamic SAfety) ultramoderno garantizaban la estabilidad de conducción y la mejor seguridad posible.
En ese momento, el Zafira se destacaba por ser el primer monovolumen compacto en ofrecer espacio flexible para hasta siete personas, sin necesidad de quitar los pesados asientos. Para ello, utilizaba un sistema inteligente y patentado de asientos Flex7, un mecanismo único con el que Opel estableció nuevos estándares para la flexibilidad a bordo, totalmente integrada en el interior: en solo unos 15 segundos, podía transformarse de un vehículo de siete plazas a uno de dos plazas, con un volumen de carga de hasta 1700 litros.
Una vez desbloqueados y recogidos los apoyacabezas, los asientos de la tercera fila se plegaban y guardaban fácilmente en huecos con la forma adecuada en el suelo del vehículo, creando un área de carga completamente plana. La incómoda tarea de quitar y guardar los asientos no utilizados pasó a ser cosa del pasado.
Lo mismo se aplicaba a la segunda fila, que podía ser rebatida, empujada hacia adelante y fijada detrás de los asientos delanteros, permitiendo una mejor gestión del espacio. A su vez, el asiento del pasajero delantero también podía ser rebatido a una posición horizontal, permitiendo cargar objetos de hasta tres metros de longitud en el Zafira y, al mismo tiempo, acomodar a cuatro pasajeros.
Dos años después del lanzamiento del Zafira, Opel decidió traer al mercado una variante deportiva de siete plazas. Así nació el Zafira OPC, que combinaba la versatilidad práctica de un vehículo de transporte de pasajeros compacto con las características de conducción y rendimiento de un automóvil deportivo. En números, esto se traducía en un motor turbo de 2.0 litros, con 192 CV y 250 Nm de par, que permitían acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. Esto convirtió al Zafira OPC, lanzado en otoño de 2001, en el monovolumen más rápido de Europa en ese momento.
En el mismo año en que lanzó el deportivo Zafira OPC, también debutó una unidad de tracción completamente diferente. Además de los motores de gasolina y diésel, Opel presentó la versión Zafira 1.6 CNG, a gas natural comprimido. Reduciendo significativamente las emisiones en comparación con los motores de gasolina convencionales, mantenía la total versatilidad de configuración interior gracias al práctico alojamiento de todos los componentes, instalando los depósitos de gas debajo del suelo y, gracias al concepto «Monovalentplus», permitiendo al conductor, de manera muy sencilla y cuando fuera necesario, alternar a una operación con gasolina.
A lo largo de sus 25 años, el Zafira también fue pionero en la conducción con celdas de combustible y sin emisiones locales. En 2000, el desarrollo de las celdas de combustible de hidrógeno de Opel llegó a las calles a través del HydroGen1, un concepto basado en el Zafira.
Su célula suministraba electricidad a un motor asíncrono trifásico con 75 CV y 251 Nm de par, integrando una batería de reserva para cubrir los picos de potencia. En 2001, una flota de 20 unidades HydroGen3 fue sometida a pruebas por parte de clientes, con una potencia aumentada a 82 CV y una velocidad máxima de 160 km/h.
En la iniciativa «2004 Fuel Cell Marathon», dos vehículos HydroGen3 recorrieron casi 10,000 km a través de carreteras europeas, conectando Hammerfest en Noruega con Lisboa en Portugal. Al volante de uno de los HydroGen3 estuvo Heinz-Harald Frentzen, ex piloto de F1 y de Opel en el DTM, quien ganó la edición 2005 del Rally de Monte Carlo para vehículos de propulsión alternativa.
Con la segunda generación del Zafira que llegó en 2005, Opel optimizó el manejo de la segunda fila de asientos, que ahora se pueden plegar en una proporción de 40:20:40, para que los adultos también puedan sentarse cómodamente en los asientos individuales exteriores.
Más tarde, la gama del monovolumen compacto se amplió con el Zafira Tourer, que además de su interior flexible, impresionaba con su comodidad tipo lounge, techo panorámico abatible e innovaciones como el control de velocidad por radar y la advertencia de colisión frontal.
La cuarta generación del popular modelo compacto de Opel apareció en 2020, el Zafira Life, con un aspecto muy diferente a sus predecesores, lo que llevó a la marca de Rüsselsheim a definir la nueva generación del Zafira como un cómodo ‘vehículo multiusos’ y a proponer el modelo en tres variantes de carrocería con diferentes longitudes: la ‘pequeña’ de 4,60 metros, la ‘mediana’ de 4,95 metros y la ‘grande’ de 5,30 metros.
De esta manera, el Zafira Life cumple con una amplia serie de preferencias, abarcando tres segmentos de mercado y presentándose como una nueva referencia entre los vehículos ‘multiasientos’.