Opel está celebrando el centenario del inicio de la producción en masa con la tecnología de la línea de montaje, y la producción del histórico «Laubfrosch», el primer modelo que salió de una línea de montaje en Alemania.
Siempre de color verde, el Opel 4/12 PS, rápidamente ganó el nombre de «Laubfrosch», la palabra alemana que describe una pequeña rana, revolucionando la industria automotriz en Alemania. Gracias a su producción altamente eficiente, los precios bajaron y la movilidad individual sobre cuatro ruedas se volvió, por primera vez, accesible para la mayoría. Las ventas alcanzaron niveles sin precedentes, produciéndose alrededor de 120,000 unidades del Opel 4 PS entre mayo de 1924 y junio de 1931.
Además, el «Laubfrosch» trajo consigo muchas innovaciones, incluyendo un motor de cuatro cilindros con caja de cambios de brida directa, tapas de cilindro removibles, lubricación por bomba de aceite, embrague de discos múltiples de acero, parabrisas ajustable y ruedas de acero. Al igual que estos, el chasis del vehículo también era de acero prensado, siendo el resto de la carrocería de acero y madera.
Su motor de cuatro cilindros en línea, de un litro, permitía al pequeño automóvil acelerar hasta una velocidad máxima de 60 km/h y alcanzar una impresionante velocidad de 50 km/h en tercera marcha.
La palanca de cambios del vehículo, de conducción a la derecha, ya no se montaba en el exterior, pasando a ser fácilmente accesible en el centro del vehículo, una solución muy moderna para la época.
Inicialmente propuesto como un vehículo de dos plazas y, más tarde, como un vehículo de tres plazas ampliado, el Opel «Laubfrosch» medía 3,20 metros de longitud, 1,35 de ancho y 1,65 de altura, contando con una capota plegable para protección contra las inclemencias del tiempo y hasta un maletero integrado detrás del asiento, en la parte trasera saliente.
Opel anunciaba en ese momento como el «automóvil para todos», ya que tenía un precio de 4500 Rentenmark al inicio de la producción, poco en comparación con los demás vehículos, pero aún así tan caro como una casa particular.
Se convirtió luego en el «Volks»-Opel (Opel para todos) porque su precio de venta descendía de año en año, gracias al desarrollo continuo de la tecnología de la línea de ensamblaje.
La producción en línea de ensamblaje redujo los tiempos de producción a valores mínimos, y Opel esperaba alcanzar una producción diaria de 25 vehículos en la primavera de 1924, al final del año ya se producían 100 automóviles y, solo unos meses más tarde, eran 125 las unidades del «Laubfrosch» que salían de las líneas de producción cada día.
De esta forma, en 1930, el Opel 4/20 PS estaba disponible como un simple vehículo de dos plazas por solo 1990 Reichsmark. Con más de 100,000 unidades producidas hasta entonces, ya se había establecido como un automóvil ideal y accesible para profesionales como médicos regionales, arquitectos y representantes comerciales, lo que convirtió al modelo en un hito para la industria automotriz alemana.